El suceso se suma a una preocupante serie de robos con violencia en la ciudad, generando alarma entre los vecinos
Gijón, una tarde cualquiera de invierno. La plaza Seis de Agosto, un lugar concurrido, testigo del ir y venir de transeúntes, familias y jóvenes que pasean ajenos a la amenaza que acecha en las sombras. Hasta que, de repente, el miedo toma el control.
El pasado viernes, en torno a las ocho y media de la tarde, dos menores de 13 y 14 años fueron asaltados a punta de navaja en pleno centro de la ciudad. Los atacantes, cuatro adolescentes de unos 16 años, actuaron con una planificación inquietante: primero, separaron a sus víctimas y luego las intimidaron hasta hacerles ceder. Uno de ellos logró escapar tras un forcejeo; el otro no tuvo tanta suerte.
Una cacería planificada
Los dos amigos caminaban tranquilamente desde la plaza Seis de Agosto hacia el paseo de Begoña. Uno de ellos llevaba su patinete eléctrico, algo poco habitual, pero que ese día utilizó porque tenía que hacerle un arreglo al motor.
En ese momento, cuatro adolescentes los interceptaron. Dos de ellos fueron directamente a por el chico que llevaba el patinete. Uno se subió con él al vehículo mientras su amigo, paralizado, veía cómo lo alejaban hacia la plaza de Europa, un lugar más apartado. Allí, el agresor sacó una navaja y amenazó a su víctima: "Dámelo o te rajo". El menor, con un instinto de supervivencia que le salvó, forcejeó, logró zafarse y corrió hasta una cafetería cercana, donde pidió ayuda.
Mientras tanto, su amigo no tuvo la misma oportunidad. Rodeado por los otros tres asaltantes, le exigieron que entregara todo lo que tenía. Se negó. La respuesta fue inmediata: otra navaja apareció, brillante y amenazante. Ante el peligro, el menor cedió, aunque solo llevaba 75 céntimos en el bolsillo. No fue suficiente para los agresores, que, frustrados, le destrozaron el teléfono móvil antes de marcharse.
"No es la primera vez"
La madre del chico del patinete relató con angustia la experiencia de su hijo. "Tuvo que ir al hospital por un traumatismo en la muñeca y en el brazo a causa del forcejeo", explicó. Pero lo más alarmante no fue solo la agresión en sí, sino la respuesta del personal médico. "Nos dijeron que no era la primera agresión de este tipo que atendían ese día", reveló.
Lo cierto es que los asaltos a menores en Gijón están en aumento. Apenas dos semanas antes, otro niño de 13 años vivió un episodio similar en una calle cercana al parque de Los Pericones. En esa ocasión, los agresores fueron dos jóvenes de unos 18 años. No usaron armas, pero lograron su objetivo: coaccionarlo hasta que les entregó su dinero y su monedero.
Este tipo de incidentes se repiten con una frecuencia inquietante. En septiembre de 2024, la Policía detuvo en Gijón a tres menores que habían asaltado y golpeado a un joven para robarle el móvil, utilizando un cuchillo como amenaza. Y en enero de este año, un joven de 22 años fue arrestado tras cometer tres robos a punta de navaja contra adolescentes en la ciudad.
Inseguridad en las calles: ¿qué está pasando en Gijón?
Lo ocurrido en la plaza Seis de Agosto ha generado una ola de preocupación entre los vecinos. Padres y madres se preguntan si es seguro dejar que sus hijos paseen solos por la ciudad. "Esto no es una niñatada", insiste la madre del menor asaltado, quien ya ha presentado una denuncia.
Las autoridades, por su parte, no han tardado en reaccionar. La Policía Nacional ha reforzado la vigilancia en el centro de Gijón y zonas sensibles a este tipo de delitos, pero la sensación de inseguridad sigue latente. Los vecinos piden respuestas y, sobre todo, soluciones antes de que la violencia se normalice en las calles de la ciudad.
Mientras tanto, los dos menores agredidos intentan recuperarse del susto. Pero la herida más profunda no es la física, sino la psicológica: la que deja la certeza de que, incluso en pleno centro de la ciudad, nadie está a salvo.