Accidente aéreo en Washington: Un solo controlador aéreo hacía el trabajo de dos cuando se produjo el accidente

Accidente aéreo en Washington: Un solo controlador aéreo hacía el trabajo de dos cuando se produjo el accidente

Un informe interno preliminar de la Administración Federal de Aviación constata que la dotación de personal en la torre de control “no era la normal para la hora del día y el volumen de tráfico”.

Un solo controlador aéreo en el Aeropuerto Nacional Reagan de Washington estaba haciendo el trabajo que correspondería normalmente a dos personas el miércoles por la noche cuando se produjo el choque entre un avión comercial y un helicóptero militar. Eso es lo que dice un informe interno preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA) al que ha tenido acceso ‘The New York Times’ y cuya información han confirmado luego otros medios.

El controlador que se encargaba de los helicópteros en las vecindades del aeropuerto, según el informe, era el mismo que daba instrucciones a los aviones que despegaban y aterrizaban. Son funciones que normalmente se asignan a dos controladores. Las 67 personas que viajaban en las dos aeronaves involucradas en el siniestro han muerto.

El documento asegura que la dotación de personal en la torre de control “no era la normal para la hora del día y el volumen de tráfico”. Y el ‘Times ha explicado cómo la sobrecarga de trabajo puede complicar el trabajo. Entre otras razones, los controladores pueden usar distintas frecuencias para comunicarse con pilotos de aviones y los de helicópteros y aunque esos operarios puede escuchar a ambos, los pilotos pueden no ser capaces de escucharse entre ellos.

La infradotación de personal en la torre de control del aeropuerto Reagan es un problema que viene de años atrás y que es común en la mayoría de aeropuertos de Estados Unidos. Según un informe anual que se presenta al Congreso, en septiembre de 2023, el último momento del que hay datos oficiales, el Reagan tenía 19 controladores aéreos completamente certificados, prácticamente un tercio menos de los objetivos de personal que marcan tanto la FAA como el sindicato de controladores, que piden 30.

Los problemas de personal generalizados se han derivado de años de presupuestos limitados y salidas de empleados que no son sustituidos, entre otros factores. Eso ha forzado a muchos controladores, según explicaba el diario neoyorquino, a trabajar hasta seis días por semana y con jornadas laborales de 10 horas.

El accidente aéreo en Washington D.C. ha dejado a la nación en estado de shock. Un avión de pasajeros de American Airlines y un helicóptero militar colisionaron en el aire cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, resultando en la trágica pérdida de 67 vidas. Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas del siniestro.

El choque ocurrió alrededor de las 21:00 horas locales, cuando el avión, un Bombardier CRJ-701 operado por PSA Airlines como American Airlines 5342, se aproximaba para aterrizar tras un vuelo desde Wichita, Kansas. Simultáneamente, un helicóptero UH-60 Blackhawk del Ejército de Estados Unidos realizaba un entrenamiento nocturno en la misma zona. Ambas aeronaves colisionaron sobre el río Potomac, a escasos kilómetros de la Casa Blanca y el Capitolio.

Las condiciones meteorológicas en el momento del accidente eran favorables, con cielos despejados y sin vientos significativos, lo que inicialmente descarta factores climáticos como causa del siniestro. Sin embargo, informes preliminares han señalado posibles deficiencias en la dotación de personal en la torre de control del Aeropuerto Reagan. Según un informe interno de la Administración Federal de Aviación (FAA), un solo controlador aéreo estaba realizando funciones que normalmente requerirían dos personas, lo que podría haber contribuido al accidente.

La falta de personal en las torres de control no es un problema nuevo en Estados Unidos. Informes presentados al Congreso en 2023 indicaban que el Aeropuerto Reagan contaba con 19 controladores aéreos completamente certificados, un tercio menos de los 30 recomendados por la FAA y el sindicato de controladores. Esta escasez de personal ha llevado a muchos controladores a trabajar jornadas de hasta 10 horas, seis días a la semana, aumentando el riesgo de errores humanos debido al agotamiento.

Además de la posible sobrecarga de trabajo en la torre de control, se están investigando otros factores que podrían haber contribuido al accidente. Por ejemplo, la coordinación entre vuelos comerciales y operaciones militares en áreas de alto tráfico aéreo es crucial para prevenir colisiones. La proximidad del Aeropuerto Reagan a varias bases militares y su ubicación en una zona de espacio aéreo restringido añaden complejidad a las operaciones de control de tráfico aéreo.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha recuperado las cajas negras del avión de American Airlines, que contienen registros de vuelo y grabaciones de la cabina. Estos dispositivos serán analizados para obtener información detallada sobre los momentos previos al accidente. Además, se están revisando las comunicaciones entre los pilotos y la torre de control para identificar posibles fallos de comunicación o malentendidos.

Este trágico incidente pone de relieve la importancia de abordar las deficiencias en la dotación de personal en las torres de control aéreo y la necesidad de una mejor coordinación entre las operaciones civiles y militares en el espacio aéreo compartido. A medida que avanza la investigación, se espera que se implementen medidas para prevenir futuros accidentes y garantizar la seguridad de las operaciones aéreas en Estados Unidos.

En memoria de las 67 víctimas de este trágico accidente, la nación reflexiona sobre la importancia de la seguridad aérea y la necesidad de abordar los desafíos que enfrenta el sistema de control de tráfico aéreo para prevenir futuras tragedias.

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