La noticia que llevaba días rumoreándose en círculos políticos asturianos acaba de confirmarse: Nieves Roqueñí, hasta ahora consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, deja su despacho en el Gobierno del Principado para ponerse al frente del Puerto de El Musel, en Gijón. Su sucesora, también de corte técnico y con amplia experiencia en el ámbito minero y energético, será la actual directora general de Energía y Minería, María Belarmina Díaz.
Un relevo estratégico
El anuncio, realizado en la mañana de hoy por el presidente del Principado, Adrián Barbón, supone un movimiento clave en la estructura política de la región. Tras varios días de especulaciones y quinielas, Roqueñí era la favorita para tomar las riendas de una de las infraestructuras más importantes de Asturias, un puerto que en la última década ha logrado reducir drásticamente su deuda y diversificar sus tráficos de manera notable.
Se da la circunstancia de que la salida de su predecesor, Laureano Lourido, no estaba exenta de expectación: nueve años y cuatro meses al frente de la Autoridad Portuaria lo convierten en uno de los gestores portuarios más longevos de la región. Reconocido por encarrilar las finanzas de El Musel y atraer nuevas empresas a sus muelles, Lourido deja paso a una etapa marcada por el desafío de la descarbonización, una transición ecológica que ya está transformando radicalmente la actividad tradicional de este enclave.
El perfil de la nueva presidenta
Nacida en Cantabria pero fuertemente vinculada a Asturias, Nieves Roqueñí es doctora ingeniera de Minas por la Universidad de Oviedo y profesora titular en el área de Proyectos de Ingeniería de dicha institución. En la última legislatura ocupó la Viceconsejería de Medio Ambiente y Cambio Climático, y en la presente asumió la titularidad de la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico. En su nuevo cargo como máxima responsable de la Autoridad Portuaria, Roqueñí se topará con un puerto mucho más holgado económicamente que hace una década, con proyectos de implantación industrial en marcha y una creciente orientación hacia tráficos más diversos.
Por otro lado, la sustituta de Roqueñí en el Ejecutivo asturiano será María Belarmina Díaz, ingeniera de Minas por la Universidad de Oviedo y hasta ahora directora general de Energía y Minería. Su ascenso dentro del Gobierno regional se interpreta como un movimiento de continuidad y refuerzo para la estrategia de transición energética que el Principado viene impulsando: descarbonización, energías renovables y adaptación de la industria a los nuevos retos medioambientales.
Un puerto en plena mutación
El Musel, históricamente vinculado a los grandes tráficos de granel sólido (especialmente carbón) y líquido, ha visto reducidas sus cifras en este ámbito a medida que avanza la transición ecológica. Aun así, el puerto se encuentra en un momento de oportunidades gracias a la diversificación de tráficos y a la puesta en servicio de la planta regasificadora, que ha abierto nuevas vías de negocio. La ampliación del propio puerto y la explanada de Aboño se perfilan como nuevos escenarios para la implantación de industrias, siempre en la línea de una economía más verde.
Ante esta coyuntura, la llegada de Nieves Roqueñí se interpreta como un deseo de Al Ejecutivo regional de fortalecer la coordinación entre el ente portuario y las políticas de transición ecológica. Un puerto histórico como El Musel, con un papel fundamental en la importación y exportación de materias primas y mercancías, se enfrenta al reto de acelerar su transformación al ritmo que marcan las instituciones europeas y el mercado global.
La visión del Principado
Adrián Barbón, en la comparecencia de prensa en la que confirmó el nombramiento, subrayó la valía técnica de Roqueñí y la continuidad que supone la incorporación de Belarmina Díaz al frente de la Consejería. “En un momento de grandes cambios energéticos y medioambientales, Asturias necesita a sus mejores expertos al mando. Nieves ha demostrado su capacidad de gestión y visión estratégica, y Belarmina cuenta con amplios conocimientos en el ámbito minero-energético, imprescindibles para la transformación de nuestro tejido productivo”, puntualizó el presidente.
Asimismo, Barbón insistió en que el Puerto de Gijón será un eje fundamental para desarrollar la agenda verde y atraer inversiones innovadoras que dinamicen la economía asturiana. “El Principado tiene la oportunidad de liderar el cambio hacia la sostenibilidad y el crecimiento inteligente, y ello pasa por convertir a El Musel en un símbolo de la reconversión industrial del siglo XXI”, zanjó.
Rumbo a una nueva etapa
El relevo en la Autoridad Portuaria de Gijón y en la Consejería de Transición Ecológica llega en un contexto de profundas transformaciones para Asturias: la necesidad de acometer una transición energética justa, la búsqueda de nuevas fórmulas de crecimiento económico y la apuesta decidida por la innovación. Con la experiencia de Lourido cerrando una etapa y la de Roqueñí abriendo otra, la industria asturiana aspira a mantener su vocación internacional y, al mismo tiempo, cumplir con los objetivos climáticos que se avecinan.
Mientras tanto, la entrada de Belarmina Díaz en el Consejo de Gobierno promete continuidad en la línea política trazada, pero también una visión renovada basada en su bagaje académico y directivo en el sector minero y energético. En definitiva, un doble nombramiento que sacude el panorama institucional asturiano y que sienta las bases para los cambios que están por venir.