Ignacio Villaverde defiende el valor de las universidades públicas frente al auge de las privadas en el acto de Santo Tomás de Aquino, mientras celebra la entrega de los premios extraordinarios de doctorado.

La Universidad de Oviedo ha reafirmado su compromiso como uno de los principales motores del conocimiento público en España durante la festividad de Santo Tomás de Aquino, celebrada ayer lunes en el Edificio Histórico. En el evento, presidido por el rector Ignacio Villaverde, se entregaron los premios extraordinarios de doctorado a más de medio centenar de investigadores que defendieron sus tesis en el curso 2022-2023. Villaverde aprovechó la ocasión para anunciar un nuevo hito para la institución: la puesta en marcha este año de la Escuela de Doctorado, con el objetivo de acompañar y asesorar a las futuras generaciones de científicos y académicos.

Un alegato en defensa de lo público

En su discurso, el rector lanzó una defensa apasionada de las universidades públicas como garantes de un conocimiento universal y accesible para todos, frente al crecimiento de iniciativas privadas. “En estos tiempos en los que se ensalza con frivolidad la emergencia de universidades privadas, permítanme recordarles que son las universidades públicas las que aseguran que el saber es un patrimonio colectivo y no un privilegio de unos pocos”, afirmó Villaverde, citando al sociólogo Max Weber para subrayar la importancia de la dualidad entre investigación y enseñanza.

Villaverde destacó que la Universidad de Oviedo seguirá siendo un referente en la generación de conocimiento de vanguardia, contribuyendo al progreso y asegurando que la formación llegue también a quienes no pueden costearla. “El conocimiento no puede ser un lujo; es un derecho”, enfatizó.

La Escuela de Doctorado y más apoyos para la investigación

El rector aprovechó el acto para anunciar que en 2025 se pondrá en marcha la Escuela de Doctorado de la Universidad de Oviedo, una herramienta diseñada para mitigar las incertidumbres de las carreras científicas en sus etapas iniciales. Además, se comprometió a reforzar la oferta de contratos predoctorales y postdoctorales con financiación propia, complementando los programas autonómicos y nacionales.

“Queremos que las dificultades que enfrentan los investigadores sean menores y que puedan centrarse en lo importante: la pasión por la ciencia y la educación”, afirmó Villaverde. También animó a los presentes a perseverar en sus vocaciones académicas, describiendo la profesión como “la más hermosa del mundo, porque hacemos lo que nos apasiona”.

La ciencia como viaje y retorno: el éxito de Noemí Pinilla Alonso

Uno de los momentos destacados de la jornada fue la conferencia de Noemí Pinilla Alonso, investigadora distinguida del Instituto de Ciencias y Tecnologías Espaciales de Asturias (ICTEA). En su charla, titulada Hace frío ahí fuera: un viaje de ida y vuelta, Pinilla trazó un paralelismo entre el comportamiento de los cometas y el de los científicos en sus trayectorias vitales y profesionales. “Como los cometas, los científicos viajamos y, a veces, experimentamos las bajas temperaturas de estar lejos del hogar. Con suerte y mucho esfuerzo, algunos logramos regresar con más brillantez”, reflexionó la investigadora.

El rector Villaverde agradeció públicamente el regreso de Pinilla a la institución, calificándolo como un acto de generosidad que “honra y prestigia a la Universidad de Oviedo”. “Cuando una investigadora de su nivel elige esta universidad para continuar su carrera, le está diciendo al mundo que somos una de las grandes instituciones académicas internacionales”, concluyó.

Una universidad comprometida con el futuro

El acto de Santo Tomás de Aquino se consolidó como una celebración del talento, el esfuerzo y el compromiso de la comunidad universitaria. Con más de 240 nuevos doctores en 2024 y ambiciosos proyectos en marcha, la Universidad de Oviedo se posiciona como un actor clave en el panorama académico nacional, reafirmando su compromiso con el conocimiento accesible y de excelencia.

En palabras del rector: “La ciencia y la educación no solo cambian vidas individuales, sino que transforman el mundo, y las universidades públicas son el corazón de ese cambio”.