Tras una década de veda, Asturias lanza un ambicioso plan para devolver el protagonismo al erizo de mar en sus costas, con medidas pioneras que combinan conservación y esperanza."
¡El oricio está de vuelta! El erizo de mar asturiano, ese pequeño tesoro que enamora a los paladares y simboliza la esencia del Cantábrico, está iniciando su camino hacia la recuperación. Tras años de incertidumbre y una estricta veda que se impuso en 2016, Asturias abre la puerta a la esperanza con una campaña experimental que permitirá a 89 mariscadores recoger hasta 15 toneladas de esta joya marina bajo las más estrictas medidas de control.
"El Cantábrico vuelve a dar señales de vida"
Durante la última década, las poblaciones de oricio sufrieron un declive tan alarmante que parecía imposible volver a disfrutar de este manjar sin poner en riesgo su supervivencia. Sin embargo, el trabajo incansable del Centro de Experimentación Pesquera (CEP), junto con el compromiso de los mariscadores, ha dado sus frutos: pequeñas señales de recuperación en las costas asturianas que ahora se traducen en esta emocionante campaña.
Una estrategia innovadora y responsable
El plan, diseñado como un experimento pionero, permitirá la extracción de oricios en tres sectores estratégicos de la costa asturiana, desde la ría del Eo hasta el cabo de Lastres, pasando por Navia, Valdés y la ría del Nalón. Las reglas son claras: cada mariscador podrá recoger un máximo de 15 kilos al día, y las capturas se concentrarán en días de mareas vivas, cuando es posible acceder a zonas profundas donde los oricios alcanzan su mejor tamaño.
Lucía García Flórez, jefa de sección del CEP, describe este proyecto como "un paso firme hacia el equilibrio entre explotación y conservación". Y es que cada detalle ha sido calculado al milímetro: desde la zonificación hasta el reparto de recursos, pasando por talleres con mariscadores locales que aportaron su conocimiento para garantizar el éxito de la campaña.
El oricio, entre el mercado y el mar
Pero la recuperación del oricio no solo depende de la naturaleza; el mercado también juega un papel clave. Para que esta iniciativa sea un éxito, es crucial que los mariscadores encuentren compradores que valoren la calidad única del erizo asturiano. "Es vital que se venda bien, porque si los precios no compensan, podría no ser rentable para ellos", advierte García Flórez.
A esto se suma un desafío adicional: las mareas vivas, ideales para la captura del oricio, también coinciden con la temporada del percebe, otro tesoro del Cantábrico que compite en rentabilidad. Los mariscadores deberán elegir cuidadosamente entre ambos, decantándose por el producto que mejor funcione en el mercado.
Un futuro por escribir
A pesar de los retos, la emoción está en el aire. La campaña experimental del año pasado fue un primer rayo de luz: los oricios recogidos se vendieron muy bien, y los mariscadores quedaron satisfechos. Este año, con más zonas y participantes, las expectativas son altas. Pero lo más importante es lo que este proyecto significa para la conservación de la especie. "Estamos más cerca de devolver al oricio su esplendor, pero debemos ser cautelosos", recalca García Flórez.
El oricio, orgullo asturiano
Con una calidad inigualable y un sabor que encierra la esencia del Cantábrico, el oricio es mucho más que un producto marino; es un símbolo del ingenio y la conexión de Asturias con su entorno natural. Esta campaña experimental no solo busca traer de vuelta un manjar, sino también demostrar que es posible armonizar la explotación sostenible con la preservación de nuestro patrimonio natural.
Asturias, siempre valiente y ligada a su mar, está dando un paso firme para recuperar uno de sus tesoros más preciados. Y aunque aún queda camino por recorrer, el futuro del oricio parece más brillante que nunca. ¡El Cantábrico nos da una nueva oportunidad y estamos listos para aprovecharla!