La revolución tecnológica impulsada por la inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo del trabajo y las relaciones laborales, pero los psicólogos tienen un mensaje claro: la tecnología debe estar al servicio de las personas, no al revés. Este fue el eje central de la jornada organizada por el Colegio Oficial de Psicología de Asturias (COPPA), que reunió a doce ponentes de alto nivel para analizar el impacto de la IA en las organizaciones y el papel crucial que los psicólogos deben desempeñar en este cambio.

La IA como herramienta, no como solución absoluta

La jornada, seguida por un centenar de participantes en formato online, destacó que aunque la IA no resolverá todos los problemas empresariales, será una pieza esencial en la digitalización de las organizaciones. “No hay que temer a la IA, hay que prepararse”, afirmó Francisco Santolaya, presidente del Consejo General de Psicología de España. Según Santolaya, la clave está en integrar la IA de manera ética y humanista, reforzando el papel del psicólogo como mediador entre la tecnología y las personas.

En la conferencia inaugural, Jaime Morán, científico de datos de Hiberus, presentó casos prácticos sobre cómo la IA puede ser una aliada para los psicólogos. Desde la creación de asistentes virtuales para agilizar tareas hasta herramientas personalizables para clínicas de cualquier tamaño, la tecnología puede facilitar el trabajo profesional sin sustituir el enfoque humano.

Psicología e IA: un enfoque ético y proactivo

Uno de los puntos más destacados del evento fue el debate sobre la integración ética de la IA en las organizaciones. Isabel Aranda, del Colegio de Psicología de Madrid, señaló que más del 60% de los departamentos de Recursos Humanos ya utilizan IA para procesos de selección y formación, pero advirtió sobre la necesidad de que estos sistemas estén diseñados para priorizar el bienestar de los empleados.

En este sentido, Aranda presentó el "Decálogo para la integración de la IA en las organizaciones humanizadas", elaborado por el Think Tank de Psicología del Trabajo, que subraya recomendaciones como la gestión del talento con criterio humano, la formación continua y la lucha contra los sesgos algorítmicos.

Casos de éxito y humanismo digital

Durante la jornada, se presentaron experiencias reales en las que la Psicología ha tenido un impacto positivo en la implementación de IA en empresas. Nacho Pedrosa, del CTIC Centro Tecnológico, y Beatriz Abad, de Human AI, mostraron cómo estas tecnologías pueden mejorar la salud laboral, las relaciones en el entorno de trabajo y el desarrollo profesional de los empleados cuando se aplican correctamente.

Por otro lado, en la conferencia de clausura, Javier Cantera, doctor en Psicología y director de Auren, desarrolló el concepto de "Humanismo Digital". Según Cantera, las competencias emergentes para esta era tecnológica incluyen habilidades como la resiliencia, el pensamiento crítico, la inteligencia emocional y la creatividad. “Un psicólogo con IA no es menos relevante, es más importante que nunca”, subrayó.

Hacia una colaboración entre tecnología y humanidad

La jornada también puso de relieve la necesidad de fomentar la colaboración entre psicólogos y tecnólogos. En palabras de Verónica López, psicóloga e ingeniera informática en Hiberus, “la IA debe aprender a comprender las emociones humanas, y ahí los psicólogos tienen mucho que aportar”.

Los ponentes coincidieron en que esta revolución tecnológica no debe dejar a nadie atrás. Desde programas de formación para líderes empresariales hasta nuevos grados universitarios en Ciberpsicología y Psicotecnología, el objetivo es preparar a las organizaciones y a las personas para los desafíos de la era de la inteligencia artificial.

El futuro de la Psicología en la era de la IA

La aplicación de la inteligencia artificial en las organizaciones no solo cambiará la forma en que trabajamos, sino también cómo nos relacionamos y crecemos como profesionales. La jornada del COPPA ha dejado claro que los psicólogos tienen un papel fundamental en este proceso, no solo para garantizar la ética y la equidad, sino para asegurar que la tecnología nos haga mejores humanos.

En esta era de transformación, la Psicología no solo reivindica su relevancia, sino que asume un protagonismo esencial para construir un futuro donde la tecnología y el bienestar humano coexistan en equilibrio.