Un informe pionero revela que el 16,9% de los jóvenes han experimentado violencia psicológica en casa, y el 7% han sido víctimas de violencia física.
Un reciente informe presentado por UNICEF España, en colaboración con la Universidad de Barcelona, desvela una preocupante realidad: uno de cada cuatro adolescentes de entre 14 y 17 años ha sufrido algún tipo de violencia en el ámbito familiar en el último año. El estudio, titulado El maltrato y la exposición a violencia familiar, es el primero en su género en España y ha sido elaborado a partir de una encuesta realizada a más de 4.000 chicos y chicas.
Los datos que visibilizan una realidad oculta
La violencia psicológica, que incluye gritos, humillaciones o amenazas que generan miedo o grave malestar, es la más frecuente, afectando al 16,9% de los encuestados. Por otro lado, el 7% de los adolescentes han sido víctimas de violencia física, como golpes o patadas. Además, las chicas presentan el doble de riesgo de sufrir violencia directa y hasta tres veces más riesgo de presenciar violencia física entre progenitores, lo que podría estar relacionado con una mayor percepción de la gravedad de estas conductas.
Noemí Pereda, investigadora principal del informe, destacó que estas cifras muestran una realidad mucho más alarmante que los datos oficiales, ya que gran parte del maltrato familiar no se denuncia. “En España solo teníamos estadísticas de casos conocidos por las autoridades, pero este estudio revela la enorme cifra oculta de violencia en los hogares”, subrayó.
Impacto en la salud mental y factores de riesgo
El informe también analiza las consecuencias de esta violencia en la salud mental de los adolescentes. Mientras que el maltrato psicológico tiene un impacto significativo en las chicas, el maltrato físico está relacionado con trastornos depresivos sin diferencias notables entre géneros. Además, factores como la orientación sexual y el origen étnico pueden multiplicar por cuatro el riesgo de sufrir violencia familiar.
"La violencia es prevenible, pero llegar tarde tiene consecuencias graves"
Lara Contreras, directora de Influencia, Programas y Alianzas de UNICEF España, señaló que las situaciones de violencia ocurren, con demasiada frecuencia, en los entornos más cotidianos de los jóvenes, perpetradas por quienes deberían protegerles. “La violencia contra la infancia y la adolescencia no es tolerable. Si llegamos a atender a una víctima, ya hemos llegado tarde”, enfatizó Contreras, subrayando la necesidad de prevenir y detectar estas situaciones a tiempo.
Las propuestas de UNICEF: De la prevención a la intervención
Para combatir esta problemática, UNICEF España recomienda:
- Compromiso institucional para garantizar recursos y medidas establecidas en la Ley Orgánica de Protección de la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI, 2021).
- Campañas de sensibilización para concienciar a familias, instituciones y sociedad sobre la gravedad de este problema.
- Formación para profesionales que trabajan con niños y adolescentes, para prevenir y detectar la violencia.
- Entornos seguros en familias, escuelas y actividades de ocio, incluyendo el fortalecimiento de figuras como el Coordinador de Protección en centros educativos.
- Participación infantil, asegurando que los jóvenes conozcan sus derechos y dispongan de herramientas para pedir ayuda.
- Servicios de apoyo y reparación del daño, con equipos capacitados para atender a las víctimas.
Jornada para abordar la protección infantil
El próximo 27 de enero, UNICEF España organiza en el CaixaForum de Madrid la jornada La infancia en entornos de cuidado: familia y sistema de protección, que podrá seguirse presencialmente y por streaming. El evento contará con la intervención de expertos, como la consejera de Derechos Sociales del Principado de Asturias, y se presentarán hallazgos sobre el nuevo modelo de acogimiento residencial en la región.
Cifras que exigen acción
En 2022, el Registro Unificado de Sospechas de Maltrato Infantil (RUMI) recogió 29.770 notificaciones de maltrato en España, un incremento respecto a las 21.521 del año anterior. Sin embargo, estas cifras solo representan una fracción de la realidad. Por eso, estudios como el de UNICEF son fundamentales para dar visibilidad a este problema y trabajar en soluciones efectivas.
Asturias y el resto del país tienen un largo camino por recorrer para garantizar entornos seguros para todos los niños y adolescentes. Porque, como recuerda UNICEF, “cada caso de violencia que atendemos representa un fracaso colectivo”.
