El concejo de Tineo, corazón ganadero de Asturias, vive momentos de máxima tensión. Más de mil ganaderos llenaron este lunes el polideportivo municipal para enfrentar a los responsables de la Consejería de Medio Rural, encabezados por el consejero Marcelino Marcos Líndez, y expresar su rotundo rechazo al nuevo protocolo contra la tuberculosis bovina. Este conflicto, lejos de ser solo técnico, está poniendo en jaque la supervivencia de uno de los sectores más emblemáticos del occidente asturiano.
El protocolo de la discordia
El detonante de la protesta es la entrada en vigor de un protocolo más estricto para combatir la tuberculosis bovina. Según la nueva normativa, cualquier vaca que dé positivo en una única prueba de tuberculina deberá ser sacrificada sin posibilidad de realizar un contraanálisis. Además, si dos animales de una misma explotación resultan positivos, se ordenará el vaciado total de la ganadería, lo que significa sacrificar todo el rebaño.
La Consejería defiende estas medidas como esenciales para mantener el estatus de Asturias como región libre de tuberculosis bovina. Según Rocío Huerta, directora general de Ganadería, "estas acciones buscan proteger al resto del ganado y garantizar la salud pública". No obstante, los ganaderos argumentan que estas pruebas, propensas a generar falsos positivos, condenan innecesariamente a miles de animales y ponen en riesgo la subsistencia de las explotaciones.
Un sector al borde del colapso
"Esto va a acabar con la ganadería", sentenció Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG. Los productores sostienen que el protocolo anterior, que permitía realizar pruebas de confirmación antes de proceder al sacrificio, era efectivo y más justo. Durante la reunión, las explicaciones de las autoridades no calmaron los ánimos. Entre gritos de "mentirosos" y "tramposos", los ganaderos exigieron que se paralice el nuevo protocolo y que se regrese al sistema anterior.
La alcaldesa de Tineo, Montserrat Fernández, también criticó las medidas. "No vamos a consentir que se atropelle al sector ganadero. Miles de familias dependen de esta actividad, y no permitiremos que se arruinen por decisiones desproporcionadas", afirmó. La regidora dejó abierta la posibilidad de convocar movilizaciones si la Consejería no reconsidera su postura.
El foco en la fauna salvaje
Una de las principales críticas de los ganaderos es la falta de control sobre la fauna salvaje, que consideran el mayor vector de transmisión de tuberculosis. Borja Fernández, secretario general de Unión Rural Asturiana, destacó: "No tiene sentido imponer medidas drásticas contra nuestras ganaderías mientras los animales salvajes, verdaderos responsables de los brotes, campan a sus anchas sin control". Este problema no es exclusivo de Asturias; en muchas regiones de España, la convivencia entre fauna salvaje y ganado es un tema recurrente en las mesas de debate agropecuario.
Las cifras detrás del conflicto
El origen de la crisis en Tineo se remonta a los siete casos confirmados de tuberculosis bovina en el concejo, el mayor número registrado en Asturias. Sin embargo, los ganaderos insisten en que esta cifra no justifica medidas tan severas. Señalan que la falta de comunicación previa por parte de las autoridades ha agravado el malestar. "Probablemente deberíamos haber informado mejor antes de implementar el protocolo. Asumo mi responsabilidad", reconoció el consejero Marcelino Marcos Líndez.
Apoyos políticos al sector
La protesta en Tineo ha trascendido al ámbito político. Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón y líder de Foro Asturias, expresó su respaldo a los ganaderos, al igual que Álvaro Queipo, presidente del PP de Asturias, quien calificó el protocolo como un error: "No queremos animales enfermos, pero tampoco queremos arruinar a los ganaderos por pruebas que no se verifican correctamente".
Un problema que necesita consenso
La tuberculosis bovina es un desafío sanitario de gran complejidad. España sigue protocolos nacionales diseñados para garantizar la seguridad alimentaria, pero los ganaderos de Tineo sienten que están pagando un precio demasiado alto. La solución a este conflicto no puede ser unilateral; requiere diálogo, ajustes técnicos y un enfoque que equilibre la protección sanitaria con la sostenibilidad de las explotaciones.
Tineo, cuna de tradición ganadera, vive hoy uno de sus momentos más críticos. El desenlace de este conflicto marcará no solo el futuro del sector en el concejo, sino también la relación entre los productores y las instituciones que deben velar por su bienestar. La batalla por la ganadería asturiana está en marcha, y el tiempo corre en contra.