Durante la inauguración del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, Suiza, activistas de Greenpeace bloquearon el helipuerto por el que llegaban líderes políticos y empresariales, exigiendo medidas contundentes contra la desigualdad y la crisis climática. La organización denuncia que la codicia de las élites económicas es un peligro para la democracia, la seguridad ciudadana y el planeta, y reclama impuestos justos a los superricos para financiar la acción climática y social.
Un mensaje directo a las élites
Clara Thompson, portavoz de Greenpeace en Davos, calificó de “indignante” que las élites globales se reúnan para debatir sobre desafíos mundiales mientras los efectos del cambio climático y la desigualdad se agravan. “No falta dinero para abordar las crisis climática, ambiental y social; está en los bolsillos equivocados. Es hora de que los súper ricos paguen su parte justa de impuestos”, declaró.
Thompson también destacó que el 2024 fue el año más cálido registrado, con catástrofes como los incendios en Los Ángeles, la DANA en Valencia, y la sequía en el Amazonas. Mientras tanto, la brecha de riqueza crece: los cinco hombres más ricos del mundo aumentaron su fortuna mientras cinco mil millones de personas enfrentan mayores niveles de pobreza.
Datos que respaldan la protesta
Según un informe fiscal de Greenpeace, gravar los ingresos y la riqueza de los superricos podría generar 185.000 millones de euros solo en Europa, fondos que podrían destinarse a:
- Acciones climáticas ambiciosas.
- Mejora del transporte público sostenible.
- Construcción de viviendas sociales y sostenibles.
- Restauración de ecosistemas degradados.
Greenpeace también señala que tres cuartas partes de los daños provocados por las emisiones de las grandes empresas no están cubiertos económicamente, lo que deja a las comunidades vulnerables sin apoyo ante los impactos del cambio climático.
2025: un año decisivo para la justicia fiscal
La organización ecologista insta a los gobiernos a liderar reformas fiscales globales que graven de forma justa a las grandes fortunas y apoyen la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Internacional en Materia Fiscal, actualmente en negociación hasta 2027.
“El momento de actuar es ahora. Los gobiernos deben demostrar liderazgo y garantizar que las élites no puedan escapar de su responsabilidad”, afirmó Thompson.
España en el punto de mira: el gravamen energético
Mientras tanto, en España, el Congreso votará este miércoles la prórroga del gravamen a las empresas energéticas, una medida que Greenpeace considera esencial para enfrentar los impactos climáticos y económicos. Carlos García Paret, coordinador de incidencia política de Greenpeace, enfatizó: “El oligopolio energético en España acumula beneficios récord mientras agudiza la crisis climática. Es una cuestión de justicia fiscal y democracia aprobar este gravamen”.
En 2024, el sector energético invirtió 6.500 millones de euros en energías fósiles, consolidándose como uno de los principales responsables de la emergencia climática. Solo Repsol genera el 62% de las emisiones del IBEX. Según Greenpeace, la inacción ante estos datos pone en riesgo la seguridad de la ciudadanía y los compromisos climáticos del país.
El mensaje final: un cambio necesario
La protesta en Davos y las demandas en España subrayan la urgencia de tomar medidas fiscales justas. “Las élites contaminantes no solo perpetúan la desigualdad, sino que también agravan las crisis climáticas y sociales. Es momento de que paguen su parte justa y contribuyan a un futuro sostenible para todos”, concluyó Thompson.