Un hombre de 38 años ha admitido ante el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo haber acosado durante ocho años a una antigua profesora suya mediante la creación de perfiles falsos en redes sociales, donde publicaba montajes fotográficos de contenido sexual con imágenes de la docente. El acosador, exalumno de un colegio concertado de la ciudad, deberá indemnizar a la víctima con 35.000 euros por los daños morales causados, una cantidad que ya ha consignado en el juzgado.
El calvario de la víctima: ocho años de acoso y humillación
La docente, cuya identidad se mantiene en reserva, sufrió un auténtico infierno durante casi una década. El acoso comenzó en 2015 y se prolongó hasta 2023, periodo en el que el acusado creó múltiples perfiles falsos en redes sociales utilizando fotografías de la profesora. Estos perfiles incluían montajes obscenos, en los que combinaba el rostro de la víctima con cuerpos desnudos y publicaba comentarios sexualmente explícitos, como "Brutal el sexo anal con antiguos alumnos" o "Sexo anal".
La ansiedad y el miedo constante llevaron a la docente a aislarse socialmente, limitando su vida personal y profesional. Según fuentes cercanas, la víctima apenas salía de casa y vivía con el temor constante de que las imágenes falsas dañaran su reputación y su carrera.
El reconocimiento de los hechos y la condena
En la mañana del viernes, el acusado compareció ante el juez y admitió los hechos que le imputaban tanto la Fiscalía Superior del Principado de Asturias como la acusación particular. Reconoció haber creado el primer perfil falso el 15 de abril de 2018, el cual permaneció activo hasta al menos el 7 de febrero de 2023. Durante este tiempo, publicó numerosas imágenes y comentarios de carácter sexual, utilizando siempre el nombre, apellidos y fotografías de la víctima.
El juez impuso al acusado una pena de multa de seis meses, a razón de tres euros al día, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Además, se le prohibió acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro sitio que ella frecuente, así como comunicarse con ella durante un plazo de tres años.
La indemnización y la reparación del daño
La sentencia también incluye una indemnización de 35.000 euros por los daños morales causados a la docente, una cantidad que el acusado ya ha depositado en el juzgado. Esta cifra refleja el impacto psicológico y emocional que el acoso tuvo en la vida de la víctima, quien vio su imagen pública y profesional gravemente perjudicada.
El acusado se benefició de la atenuante de reparación del daño, al haber reconocido los hechos y consignado la indemnización. Sin embargo, la sentencia deja claro que este tipo de conductas no solo son inaceptables, sino que también tienen consecuencias legales severas.
Un caso que refleja un problema social más amplio
Este caso se enmarca en un contexto más amplio de acoso digital y violencia psicológica, que afecta a miles de personas en todo el mundo. Según un informe reciente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el 70% de las víctimas de acoso en línea son mujeres, y muchas de ellas experimentan graves consecuencias emocionales y profesionales.
En España, el artículo 172.ter.5 del Código Penal castiga el acoso con penas que pueden incluir multas, prohibición de aproximación y comunicación con la víctima, e indemnizaciones por daños morales. Este caso sirve como recordatorio de la importancia de denunciar este tipo de delitos y de la necesidad de una mayor concienciación social sobre el impacto del acoso digital.
El caso de la profesora de Oviedo es un ejemplo claro de cómo el acoso digital puede destruir vidas y carreras. Aunque la sentencia supone un alivio para la víctima, también subraya la importancia de seguir trabajando para prevenir este tipo de delitos y apoyar a quienes los sufren. La justicia ha hablado, pero la lucha contra el acoso en línea continúa.