Dos comunidades históricamente alejadas de los grandes polos de innovación lideran el crecimiento en investigación y desarrollo en España, con aumentos del 28,2% y 28,1%, respectivamente.
No es común ver a dos políticos de partidos rivales compartir una foto y reconocer abiertamente que están de acuerdo en algo. Sin embargo, Román Rodríguez, geógrafo del PP, y Borja Sánchez, biólogo del PSOE, han roto ese molde. Ambos, responsables de ciencia e innovación en Galicia y Asturias, respectivamente, tienen motivos para celebrar: sus comunidades autónomas han logrado un hito histórico al convertirse en las regiones que más han incrementado su inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en toda España.
Galicia y Asturias, dos regiones del noroeste español tradicionalmente alejadas de los grandes polos de innovación como el País Vasco, Madrid y Cataluña, han dado un salto cualitativo en los últimos años. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, Galicia ha aumentado su inversión en I+D+i un 28,2%, mientras que Asturias lo ha hecho un 28,1%. Estas cifras récord las sitúan en lo más alto del ranking de crecimiento en ciencia e innovación en España.
Este logro es aún más significativo si se tiene en cuenta que 2023 fue un año histórico a nivel nacional, con un aumento del 16% en la inversión en I+D+i, alcanzando un total de 22.379 millones de euros, lo que representa el 1,49% del Producto Interior Bruto (PIB) español.
Un encuentro inusual: PP y PSOE unidos por la ciencia
Román Rodríguez, conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades y Formación Profesional de Galicia, y Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado de Asturias, se conocieron recientemente en una entrevista conjunta auspiciada por la Fundación Cotec. Ambos compartieron su visión sobre el auge científico y tecnológico que vive el noroeste de España.
Rodríguez, geógrafo de 56 años y veterano del PP gallego, destacó que la palabra "ciencia" no había formado parte del organigrama de la Xunta de Galicia hasta el año pasado. "El cambio de mentalidad en Galicia comenzó en 2011, cuando nos dimos cuenta de que los sectores tradicionales de nuestra economía se habían quedado obsoletos. Era necesario apostar por la investigación y la transferencia de conocimiento", explicó.
Por su parte, Borja Sánchez, biólogo de 45 años y militante del PSOE desde hace más de dos décadas, reconoció que Asturias llegó más tarde a la apuesta por la I+D+i, pero ha logrado hacer "más con menos". Sánchez, científico del CSIC y especialista en microbiología intestinal, ha impulsado programas innovadores, como el retorno de científicos asturianos desde el extranjero, ofreciéndoles proyectos únicos que no podrían realizar en ningún otro lugar del mundo.
Inversiones tangibles y proyectos innovadores
Galicia invirtió 963 millones de euros en I+D+i en 2023, casi el doble que hace una década, lo que la sitúa como la séptima comunidad autónoma que más invierte en este ámbito. Uno de sus proyectos estrella es la creación de un expediente educativo único para cada alumno, equipado con un sistema predictivo de inteligencia artificial que alerta sobre posibles abandonos escolares y sugiere formas de reorientar la carrera académica.
Asturias, por su parte, ha incrementado su inversión en 61 millones de euros en un solo año, un crecimiento proporcionalmente comparable al de Galicia. Entre sus iniciativas más destacadas se encuentra la transformación de antiguas minas de carbón en instalaciones que simulan túneles volcánicos de la Luna, un proyecto que ha atraído el interés de investigadores asociados a la NASA. Además, el Principado ha logrado atraer a grandes empresas como ArcelorMittal y Alsa, que han establecido centros de I+D en la región.
El desafío de mantener el crecimiento
Aunque el avance es notable, ambos consejeros coinciden en que el mayor reto será mantener este crecimiento una vez que se agoten los fondos europeos de recuperación en 2026. Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, ha alertado recientemente de que Europa necesita 800.000 millones de euros para reindustrialización e innovación si quiere competir con potencias como Estados Unidos y China.
Rodríguez y Sánchez abogan por un pacto nacional que garantice una inversión estable en I+D+i durante los próximos cinco a siete años. "Necesitamos abandonar las arrancadas y paradas bruscas que han caracterizado la política científica en España durante décadas", afirmó Sánchez. Asturias ya está ultimando una ley que establecerá un horizonte de financiación de siete años, con el objetivo de aprobarla en 2025.
Un futuro prometedor, pero con desafíos
Galicia y Asturias han demostrado que, con voluntad política y una apuesta decidida por la ciencia y la innovación, es posible transformar regiones tradicionalmente alejadas de los grandes centros de innovación en referentes nacionales. Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. Mantener este impulso requerirá no solo de fondos europeos, sino también de un compromiso firme y continuo por parte de todas las fuerzas políticas.
En un momento en el que la ciencia y la tecnología son claves para el futuro económico y social, el ejemplo de Galicia y Asturias puede servir de inspiración para el resto de España. La pregunta que queda en el aire es: ¿lograrán las demás comunidades autónomas seguir su ejemplo?