La sorprendente vida social de las bacterias: comunidades, comunicación y su impacto en nuestra salud

La sorprendente vida social de las bacterias: comunidades, comunicación y su impacto en nuestra salud

El investigador Manuel Espinosa explora en su nuevo libro cómo las bacterias interactúan, forman comunidades complejas y afectan a nuestra vida y al medioambiente.

 

Aunque las bacterias no utilizan redes sociales ni se reúnen en bares, poseen una sorprendente vida social que influye profundamente en nuestra salud, ecosistemas y actividades diarias. Así lo detalla Manuel Espinosa Urgel, científico del CSIC, en su libro La vida social de las bacterias, el último volumen de la colección "¿Qué sabemos de?" (CSIC-Catarata). El autor, experto en microbiología y divulgación científica, ofrece una visión fascinante sobre las estrategias que emplean estos microorganismos para sobrevivir y prosperar.

Las bacterias: arquitectas de comunidades multicelulares

Las bacterias no solo viven como células individuales; forman comunidades conocidas como biopelículas o biofilms. Estos biofilms, adheridos a superficies y protegidos por una matriz que producen ellas mismas, son clave para su supervivencia. Espinosa explica que estas estructuras no solo resisten condiciones adversas, sino que también desempeñan roles cruciales en la salud humana y el medioambiente.

“Las biopelículas comenzaron siendo algo anecdótico en la investigación microbiológica, pero ahora son un campo central de estudio”, asegura el científico. Desde la placa dental hasta las infecciones en prótesis, estos biofilms pueden ser un desafío para la medicina, ya que reducen la efectividad de los antibióticos al actuar como barrera protectora.

Comunicación bacteriana: el sistema de quorum sensing

El libro destaca cómo las bacterias se comunican mediante señales químicas en un proceso conocido como quorum sensing. Este mecanismo permite que las bacterias coordinen su comportamiento en función del número de individuos presentes. Espinosa compara este proceso con la preparación de un ejército para un ataque: “Solo actúan cuando el número y la preparación de las bacterias garantizan el éxito”.

Este sistema no solo es clave para infecciones bacterianas, sino también para la producción de antibióticos naturales y moléculas que ayudan a competir con otros microorganismos. Por ejemplo, algunas bacterias asociadas a las raíces de las plantas liberan compuestos que inhiben hongos patógenos, protegiendo tanto a la planta como a la colonia bacteriana.

Implicaciones en la salud humana

Las biopelículas están relacionadas con problemas médicos como infecciones en implantes, úlceras gástricas y complicaciones en catéteres. Además, estas estructuras facilitan la transferencia genética entre bacterias, lo que puede propagar resistencias a antibióticos. “Los biofilms son un refugio para bacterias persistentes que sobreviven a los tratamientos, dificultando su eliminación”, explica Espinosa.

Aplicaciones prácticas: de la agricultura a la medicina

Más allá de los desafíos, comprender la vida social de las bacterias tiene un enorme potencial. Este conocimiento puede emplearse para desarrollar nuevos materiales resistentes a colonizaciones bacterianas, diseñar tratamientos más efectivos contra biofilms y optimizar procesos agrícolas y de purificación de aguas.

Espinosa subraya que no todas las bacterias son perjudiciales. Muchas de ellas son esenciales para nuestra salud y bienestar, como las que habitan en nuestro intestino, ayudando en la digestión y fortaleciendo el sistema inmunitario. “Nuestro cuerpo tiene 1,3 veces más bacterias que células humanas. La mayoría son beneficiosas y colaboran con nosotros”, concluye.

Un libro para entender un mundo invisible pero vital

La vida social de las bacterias no solo explica cómo estos microorganismos interactúan y sobreviven, sino que también invita a reflexionar sobre su impacto en nuestra vida y el entorno. Este volumen de la colección "¿Qué sabemos de?" está dirigido a todos los públicos y combina rigor científico con un lenguaje accesible.

Manuel Espinosa, investigador en la Estación Experimental del Zaidín, ofrece una perspectiva única sobre el fascinante mundo de las bacterias y su compleja vida social, un campo que promete seguir transformando la microbiología y nuestras estrategias para convivir con estos pequeños pero poderosos organismos.

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