Renfe amplía sus rutas para permitir viajar con perros grandes, pero la región asturiana, líder en hogares con mascotas, no ha sido incluida en esta política.
Asturias, una de las comunidades autónomas con mayor número de perros por habitante en España, ha quedado excluida de la iniciativa Proyecto Mascota Grande de Renfe, que permite viajar con perros de hasta 40 kilos en trenes de alta velocidad. Esta exclusión ha generado malestar entre los propietarios de mascotas, quienes ven limitada su capacidad de integrar a sus animales en sus desplazamientos por el país.
Renfe amplía su política ‘Pet Friendly’
En diciembre de 2024, Renfe amplió la lista de rutas AVE donde se permite viajar con perros grandes. Entre ellas se encuentran corredores como Madrid-Sevilla, Madrid-Málaga, Madrid-Granada, Madrid-Alicante y Madrid-Valencia, además de Madrid-Barcelona, que incluye nuevas paradas en Lleida Pirineus, Camp de Tarragona, Girona y Figueres Vilafant. Sin embargo, Asturias, pese a estrenar su conexión de alta velocidad tras la apertura de la variante de Pajares, quedó fuera de esta política.
Actualmente, en Asturias, los perros pueden viajar en trenes de Cercanías, sin importar su peso, pero no en servicios de alta velocidad. Esto contrasta con otras regiones que ya ofrecen trayectos mucho más largos para dueños de mascotas, como Madrid, Valencia o Barcelona.
Una ley que contradice las limitaciones actuales
La exclusión de Asturias de esta política parece contradecir el espíritu de la Ley de Bienestar Animal, en vigor desde 2023, cuyo artículo 29 establece que los transportes públicos deben facilitar la entrada de animales de compañía siempre que no representen un riesgo. La ley refleja el creciente interés por el bienestar animal en un país donde casi la mitad de los hogares tiene mascotas y donde los viajes con animales se han normalizado.
Además, estadísticas recientes señalan que un 50% de los propietarios de perros viajan entre tres y seis veces al año con sus mascotas. Sin embargo, las restricciones actuales de Renfe convierten estos desplazamientos en una odisea para quienes tienen perros grandes.
Asturias: una comunidad pionera en ‘dog friendly’
La exclusión de Asturias resulta particularmente paradójica si se tiene en cuenta que la región lidera el número de perros por habitante junto con Aragón y Castilla y León. Ciudades como Gijón han destacado por su política dog friendly, con playas y parques adaptados para mascotas. Este enfoque ha consolidado a la región como un destino ideal para quienes viajan con animales, pero las restricciones en el AVE limitan la llegada de turistas con mascotas y las opciones de movilidad de los propios asturianos.
¿Cómo viajan los perros grandes?
En el marco del Proyecto Mascota Grande, Renfe permite que los perros de más de 10 kilos viajen en ciertos trenes AVE, con un máximo de dos perros por convoy. Estos animales deben ocupar plazas específicas, con un coste adicional de 35 euros por trayecto. Además, los dueños deben cumplir con una serie de requisitos, como presentar una cartilla de vacunación, una póliza de seguro de responsabilidad civil y una declaración responsable.
El proceso no está exento de complicaciones: los viajeros deben presentarse con 40 minutos de antelación para recoger una alfombrilla y una funda para el asiento. Todo ello contribuye a que, pese a los avances, viajar con perros grandes en España siga siendo un desafío logístico.
Una demanda en aumento
La demanda de servicios de transporte adaptados para mascotas sigue creciendo. En países como Francia, Alemania o Italia, los trenes permiten viajar con perros sin tantas limitaciones, algo que contrasta con las políticas restrictivas que aún persisten en España. La exclusión de Asturias del Proyecto Mascota Grande subraya la necesidad de Renfe de avanzar hacia una integración más equitativa de todas las comunidades autónomas en este tipo de iniciativas.
¿Qué esperar en el futuro?
Renfe ha señalado que la inclusión de nuevas rutas y servicios dependerá de la disponibilidad de trenes adaptados y de la demanda de los usuarios. Se espera que, en futuras ampliaciones, Asturias sea tenida en cuenta, no solo por su alta densidad de mascotas, sino también por su creciente turismo dog friendly.
Hasta entonces, los propietarios de perros en la región tendrán que conformarse con las limitadas opciones de Cercanías o emprender largos viajes hacia otras comunidades que sí permiten viajar con sus animales en alta velocidad. Esto no solo frustra a los viajeros, sino que también subraya las desigualdades regionales en el acceso a servicios adaptados a las mascotas.
La integración de Asturias en la política Pet Friendly sería un paso lógico hacia un modelo de transporte más inclusivo y sostenible que responda a las necesidades de los ciudadanos y sus mascotas en pleno siglo XXI.