Un niño de siete años del Colegio Público Santa Olaya, ubicado en el barrio de El Natahoyo en Gijón, resultó herido tras ser atacado por una gaviota mientras disfrutaba de su merienda en el patio del centro. El ave, en su intento de arrebatarle el bocadillo, le provocó un rasguño en la mejilla, cerca del ojo.
Aumento de incidentes similares en la ciudad
Este no es un caso aislado. En octubre de 2024, se registró un incidente similar en un instituto de La Calzada, donde una gaviota atacó a un estudiante para quitarle su almuerzo. La presencia de estas aves en zonas urbanas de Gijón ha ido en aumento, generando preocupación entre la comunidad educativa y las familias.
Medidas adoptadas por las autoridades locales
El Ayuntamiento de Gijón ha implementado campañas anuales para controlar la población de gaviotas y palomas, con un desembolso aproximado de 60.000 euros al año desde 2006. Estas campañas incluyen la retirada de nidos y la utilización de aves de presa adiestradas para disuadir a las gaviotas de anidar en áreas urbanas. Sin embargo, la efectividad de estas medidas ha sido cuestionada, ya que los incidentes persisten.
Recomendaciones para la comunidad educativa
Ante la creciente agresividad de las gaviotas, las autoridades recomiendan a los centros escolares:
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Evitar que los alumnos consuman alimentos al aire libre, especialmente durante el recreo.
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Instalar estructuras que impidan el acceso de las aves a los patios y zonas comunes.
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Educar a los estudiantes sobre cómo reaccionar en caso de un encuentro cercano con estas aves.
Llamada a la colaboración ciudadana
La empresa municipal de limpieza, EMULSA, ha recordado a los ciudadanos la prohibición de alimentar a palomas y gaviotas en la vía pública, según la Ordenanza Municipal de Limpieza de Gijón. Esta práctica contribuye al aumento de la población de estas aves en zonas urbanas y a su comportamiento agresivo en la búsqueda de alimento.