Lo que prometía ser una jornada de pasión futbolera en el derbi entre el Real Oviedo y el Sporting de Gijón quedó empañado por un incidente inesperado y polémico. Un juez en activo y un militar, ambos reconocidos seguidores del Real Oviedo, fueron detenidos por la Policía Nacional tras protagonizar un altercado en las inmediaciones del estadio Carlos Tartiere.
El incidente: un acceso restringido y una reacción violenta
Los hechos ocurrieron pocas horas antes del inicio del partido, cuando los detenidos intentaron acceder por una zona restringida del estadio, destinada exclusivamente a personal autorizado y a los dispositivos de seguridad. Al ser interceptados por agentes de la Policía Nacional, los implicados reaccionaron de manera violenta, empujando e insultando a los agentes, según informaron fuentes policiales.
La tensión escaló rápidamente, obligando a los policías a reducir y detener a ambos hombres. Testigos presenciales confirmaron que los individuos parecían alterados y que, lejos de deponer su actitud, incrementaron los insultos hacia los agentes incluso después de ser arrestados.
Traslado y cargos
Ambos fueron trasladados a dependencias policiales, donde permanecieron retenidos hasta que se les informó de los cargos en su contra. En las pruebas realizadas, no se detectaron indicios de intoxicación por alcohol o sustancias, descartándose que el comportamiento violento estuviera vinculado a estos factores.
El juez y el militar, cuya identidad no ha sido revelada, quedaron en libertad con cargos horas después, enfrentándose a acusaciones de desobediencia y resistencia a la autoridad, que serán procesadas en un juicio rápido en los próximos días.
Un mensaje claro de las autoridades
Desde la Policía Nacional y el ámbito judicial se ha recalcado que, pese a las profesiones de los implicados, se aplicará la ley con total rigurosidad. “La justicia no distingue rangos ni privilegios. Los hechos son graves y serán tratados con el mismo criterio que cualquier otra actuación similar”, declaró una fuente judicial.
Un problema recurrente en los derbis asturianos
Este incidente no es un caso aislado en los derbis regionales. Desde hace años, estos enfrentamientos entre los eternos rivales del fútbol asturiano han estado marcados por tensiones dentro y fuera del campo. Uno de los episodios más recordados ocurrió en septiembre de 2017, cuando una pelea entre aficionados dejó un saldo de 12 policías heridos y varias detenciones. Más recientemente, en octubre de 2024, los disturbios en Cornellà entre ultras del Espanyol y del Real Oviedo terminaron con 17 detenidos.
Llamada a la calma
Las autoridades locales y las directivas de ambos clubes han instado a los aficionados a vivir los derbis con espíritu deportivo, dejando de lado cualquier tipo de violencia. “El fútbol debe unir, no dividir. Rechazamos cualquier acto de agresión que empañe la pasión por este deporte”, expresó el presidente del Real Oviedo en un comunicado oficial.