Recientes titulares alarmistas han sugerido que una mutación podría desencadenar una pandemia de gripe causada por el virus de la gripe aviar H5N1. Sin embargo, los expertos descartan esta interpretación simplista y destacan que, aunque el virus representa un desafío creciente en el mundo animal, su salto efectivo a la transmisión entre humanos requiere múltiples mutaciones y factores complejos aún no observados.
El H5N1: un viejo conocido en el mundo animal
El subtipo H5N1 surgió en 1996 en China y desde entonces se ha propagado globalmente, afectando a aves y mamíferos en Europa, África, Asia y América. En 2024, se notificaron casos en ganado bovino en Estados Unidos, lo que representó un reservorio inesperado. Hasta ahora, se han identificado brotes en más de 900 granjas lecheras en 16 estados estadounidenses, causando pérdidas masivas en aves de corral y la infección de especies salvajes y animales de zoológico.
Aunque en humanos las infecciones han sido esporádicas y vinculadas al contacto con animales infectados, la mortalidad en casos hospitalizados supera el 30%. Sin embargo, estas cifras podrían ser una sobreestimación, ya que no se consideran infecciones leves o asintomáticas.
¿Qué dice la ciencia sobre la mutación y el riesgo pandémico?
Un estudio reciente publicado en Science identificó que una sola mutación en la hemaglutinina (HA) del virus permite que este se una a receptores humanos en ensayos de laboratorio. A pesar de que este hallazgo es significativo, los expertos subrayan que no implica que estemos a una sola mutación de una pandemia. Para que el H5N1 se transmita entre humanos, necesita:
- Adaptarse a los receptores celulares humanos.
- Mejorar su capacidad de replicación en las células humanas.
- Evadir el sistema inmunitario humano.
- Transmitirse eficientemente por vía aérea.
Por ahora, las secuencias genéticas de los casos en Estados Unidos no muestran mutaciones que indiquen una mayor transmisibilidad o adaptación al ser humano.
El H5N1 en humanos: casos recientes
Desde marzo de 2024, se han registrado 64 infecciones humanas por H5N1 en Estados Unidos, principalmente en trabajadores expuestos a ganado lechero y aves infectadas. La mayoría de los casos fueron leves: los pacientes presentaron síntomas como conjuntivitis y fiebre, sin hospitalizaciones ni muertes. No se ha detectado transmisión de persona a persona.
Una pandemia animal y la amenaza latente
La gripe aviar H5N1 ya es considerada una panzootía (pandemia en el mundo animal), dado su impacto en especies y su persistencia global. La intensa circulación del virus en diferentes reservorios aumenta el riesgo de que surjan combinaciones genéticas capaces de adaptarse mejor a los humanos.
Por ejemplo, si una especie susceptible (cerdos, visones, vacas) se infecta simultáneamente con el H5N1 y un virus de gripe humana, podría producirse un reordenamiento genético que facilite la transmisión entre personas.
Medidas preventivas: el enfoque Una Salud
Los expertos insisten en la necesidad de un enfoque colaborativo conocido como Una Salud, que integra salud pública, sanidad animal y vigilancia ambiental para controlar la propagación del H5N1. Entre las medidas prioritarias destacan:
- Mejorar la bioseguridad en granjas y la vigilancia veterinaria.
- Proteger a los trabajadores expuestos con equipos de protección y vacunación.
- Investigar cada caso humano para detectar cambios genéticos en el virus.
- Acelerar el desarrollo de vacunas universales contra la gripe.
El mensaje clave: no al alarmismo, sí a la vigilancia
Aunque el H5N1 representa un desafío global, no estamos a las puertas de una pandemia inminente. Sin embargo, el virus es un recordatorio de la importancia de la vigilancia, la colaboración internacional y la inversión en investigación para anticiparnos a posibles amenazas. El riesgo está controlado, pero la lucha contra el H5N1 no ha terminado.