Asturias: Una sociedad con más perros que niños, reflejo de un cambio demográfico inquietante

Asturias: Una sociedad con más perros que niños, reflejo de un cambio demográfico inquietante

En la mayoría de los municipios asturianos, el número de perros supera al de niños y adolescentes. Este fenómeno, vinculado al envejecimiento y la baja natalidad, plantea interrogantes sobre el futuro de una región que enfrenta un cambio de prioridades y hábitos sociales.

 

Asturias está experimentando un fenómeno que, aunque no exclusivo, resulta más pronunciado que en otras comunidades: en muchos municipios hay más perros censados que niños menores de 18 años. Este dato no solo refleja el envejecimiento de la población y la caída de la natalidad, sino que también habla de un cambio cultural en las prioridades de la sociedad asturiana.

Un panorama demográfico que habla por sí solo

Según los datos más recientes, el Principado de Asturias cuenta con 194.614 perros censados frente a 107.048 menores de 18 años, según el Registro Informático de Animales del Principado de Asturias (RIAPA) y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto significa que hay casi un perro por cada cinco habitantes, mientras que los menores de edad representan apenas el 10% de la población total.

Municipios como Gijón ilustran perfectamente esta tendencia. En 2021, el censo de mascotas registraba 40.326 perros, superando con creces a los 35.963 menores de 18 años. En Avilés, la situación es aún más extrema: más de 12.000 perros censados frente a 9.036 menores, incluyendo adolescentes de hasta 17 años. Y esta realidad no se limita a las grandes ciudades; en zonas rurales como Villaviciosa, Mieres o Langreo, los perros también superan a los menores en número.

El declive de la natalidad: un problema estructural

Asturias es una de las comunidades autónomas con las tasas de natalidad más bajas de España, una tendencia que se ha acentuado en las últimas décadas. Factores como la precariedad laboral, la falta de conciliación entre vida laboral y familiar, y el alto coste de la crianza han llevado a muchas parejas a posponer o incluso renunciar a tener hijos. En 2023, la tasa de natalidad en Asturias fue de 5,2 nacimientos por cada 1.000 habitantes, frente a una media nacional ya baja de 7,1.

"La decisión de no tener hijos está cada vez más normalizada", señala el sociólogo Ángel Alonso. "En cambio, las mascotas ofrecen compañía sin las responsabilidades económicas y emocionales que implica la crianza de un niño. Este cambio de mentalidad está transformando nuestra sociedad."

El auge de los perros: más que una moda

Mientras la natalidad cae, la población canina no deja de crecer. En los últimos cinco años, el número de perros censados en Asturias ha aumentado un 20%, impulsado por varios factores:

  1. Compañía emocional: En un contexto de familias más pequeñas y mayores tasas de soledad, especialmente entre personas mayores, los perros se han convertido en compañeros esenciales.
  2. Cultura "pet-friendly": El auge del movimiento que promueve el bienestar animal y la integración de las mascotas en la vida cotidiana ha llevado a un cambio de percepción sobre los perros, que ahora son considerados miembros de la familia.
  3. Cambio generacional: Los jóvenes, que retrasan la maternidad o paternidad, encuentran en las mascotas una forma de llenar ese vacío emocional.

Asturias: Una región que envejece

El envejecimiento poblacional de Asturias es otro factor clave para entender esta tendencia. Con una edad media de 49,7 años, es la comunidad más envejecida de España. Las personas mayores, especialmente aquellas que viven solas, encuentran en los perros una fuente de compañía y actividad física. "Los perros ayudan a combatir la soledad y fomentan rutinas saludables, como los paseos diarios", explica Alonso.

Impacto económico y social del auge canino

El crecimiento de la población canina ha impulsado un floreciente mercado de productos y servicios para mascotas. Tiendas especializadas, clínicas veterinarias, peluquerías caninas, y hasta spas para perros están en auge en toda la región. Según estimaciones del sector, cada hogar gasta una media de 1.200 euros anuales en el cuidado de su perro.

Sin embargo, este fenómeno también plantea retos importantes:

  1. Infraestructuras urbanas: La creciente población canina exige más parques, áreas de esparcimiento y servicios públicos adaptados.
  2. Políticas públicas: Las autoridades deben equilibrar las necesidades de los propietarios de mascotas con las de otros ciudadanos, garantizando la convivencia en espacios compartidos.
  3. Conciencia social: Aunque la tenencia de mascotas es cada vez más popular, no siempre va acompañada de una educación adecuada sobre la responsabilidad que implica.

Un cambio que redefine a la sociedad asturiana

Asturias se enfrenta a un dilema que trasciende lo demográfico. ¿Qué significa para una sociedad tener más perros que niños? Para muchos, es un síntoma de un cambio cultural profundo, donde la conexión emocional y la búsqueda de compañía reemplazan, en parte, el deseo de formar una familia tradicional.

"Estamos convirtiéndonos en una sociedad donde el papel de los niños está siendo sustituido por el de las mascotas", concluye Alonso. "Esto no es ni bueno ni malo, pero sí es un reflejo de cómo hemos cambiado nuestras prioridades."

En un futuro no muy lejano, esta dinámica podría redefinir la identidad de Asturias y plantear importantes desafíos para su sostenibilidad económica y social. Mientras tanto, los parques y calles del Principado seguirán llenándose de ladridos, reflejo de una sociedad que busca adaptarse a nuevos tiempos y necesidades.

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