El doble juego de las pensiones: suben un 38 %, pero Hacienda se lleva el doble con retenciones

El doble juego de las pensiones: suben un 38 %, pero Hacienda se lleva el doble con retenciones

Desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno, las pensiones contributivas han experimentado un aumento del 38,9 %. Sin embargo, este crecimiento ha venido acompañado de un incremento mucho mayor en las retenciones fiscales, que se han disparado un 78,8 %, casi el doble. Estas cifras, basadas en datos de la Agencia Tributaria, han generado un encendido debate sobre si las políticas actuales realmente benefician a los 9,3 millones de pensionistas españoles o si, por el contrario, están socavando sus ingresos netos.

Un análisis de las cifras
Según los datos recogidos, en los nueve primeros meses de 2018 se destinaron 99.245 millones de euros al pago de pensiones. Esta cifra ha crecido hasta los 137.846 millones en 2024. Aunque estos incrementos son positivos para los jubilados, la otra cara de la moneda es que las retenciones fiscales también han subido considerablemente, impactando directamente en el dinero que finalmente reciben.

Por ejemplo, en 2023, mientras las pensiones crecieron un 8,3 %, las retenciones aumentaron un 20,1 %. En 2024, el panorama no cambió significativamente: un incremento del 6,7 % en las pensiones se tradujo en un 10,3 % más de recaudación para la Agencia Tributaria. Este patrón se repite a lo largo de los últimos seis años, con las retenciones creciendo consistentemente a un ritmo más alto que las pensiones.

El efecto de la inflación
La inflación ha sido otro factor clave en este proceso. Desde 2022, con una escalada inflacionaria significativa, los ajustes en las pensiones han sido necesarios para preservar el poder adquisitivo de los jubilados. Sin embargo, el sistema fiscal no ha adaptado los tramos impositivos al mismo ritmo, lo que ha resultado en una mayor carga tributaria para los pensionistas.

¿Beneficio o perjuicio?
El Gobierno ha defendido estas políticas argumentando que son las mayores subidas de pensiones en la historia reciente y una medida clave para proteger a los jubilados frente al aumento del coste de vida. Sin embargo, para muchos críticos, el aumento en las retenciones equivale a "meterles la mano en la cartera", erosionando los beneficios de las subidas nominales de las pensiones.

La comparación con años anteriores
Antes de la pandemia, en 2019, las pensiones subieron un 5,4 %, mientras que las retenciones crecieron un 5,8 %. Desde entonces, la brecha ha ido ampliándose. Durante la crisis de la COVID-19 en 2020, las pensiones crecieron un modesto 3,5 %, pero las retenciones aumentaron un 8,8 %. En 2022, con un ajuste del 8 % en las pensiones, las retenciones se dispararon un 13,5 %.

El impacto en los pensionistas
Para los jubilados, este escenario plantea un dilema: aunque ven un aumento en su pensión bruta, el dinero que realmente llega a sus bolsillos está disminuido por las mayores retenciones. Muchos sienten que el sistema fiscal actual, lejos de favorecerlos, está gravando de manera desproporcionada a un colectivo que ya no tiene capacidad para generar ingresos adicionales.

Una llamada a la transparencia y la reforma fiscal
Este debate pone de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia en las políticas fiscales y de pensiones, así como de una posible reforma que alivie la carga impositiva sobre los jubilados. Mientras tanto, el mensaje para los pensionistas es claro: aunque las cifras de las subidas sean positivas a primera vista, es importante analizar el impacto real en los ingresos netos.

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