Fallece Rafael Santos, párroco de Salinas durante 31 años, tras una vida de servicio y devoción

Fallece Rafael Santos, párroco de Salinas durante 31 años, tras una vida de servicio y devoción

El sacerdote de 93 años será recordado por su entrega y cariño hacia la comunidad de Salinas, donde ejerció su labor pastoral durante tres décadas. Su funeral se celebrará hoy, viernes, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

 

La comunidad de Salinas se despide con profundo dolor de Rafael Santos Laso, quien fue párroco de la localidad durante 31 años, falleciendo ayer a los 93 años. Don Rafael, como lo conocían cariñosamente sus feligreses, dejó una huella imborrable en el corazón de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, donde ejerció su labor hasta su jubilación en 2012. Su funeral se celebrará hoy, viernes, a las 13:00 horas en la misma parroquia que le vio trabajar, y será presidido por el Vicario General de la diócesis, Adolfo Mariño.

Nacido en 1931 en Palencia de Negrilla, un pequeño pueblo en Salamanca, Rafael Santos fue ordenado sacerdote en 1955 en el Seminario de Comillas (Cantabria). Desde sus primeros años de servicio, demostró una vocación incansable, desempeñando una labor pastoral que lo llevó a diversas parroquias asturianas. Su recorrido comenzó como coadjutor de San Julián de Box (Tudela Veguín) entre 1955 y 1958, y luego pasó a la parroquia de Santa María de Villaviciosa, donde trabajó hasta 1961.

En 1961, llegó a Careñes, en el concejo de Villaviciosa, donde estuvo como párroco durante 25 años. Además, en ese período se encargó de varias otras parroquias, como San Pedro de Villaverde, San Mamés de Argüero y San Miguel de Tazones, todos ellos en el mismo concejo. Su presencia en la región asturiana se fue afianzando, y fue en 1986 cuando llegó a Salinas como ecónomo de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. En ese mismo año, su devoción y dedicación fueron recompensadas cuando fue nombrado párroco titular de la parroquia.

Durante más de tres décadas, Rafael Santos se entregó a la comunidad castrillonense, siempre cercano a los vecinos, guiando a feligreses y siendo testigo de los cambios sociales y económicos que marcaron a Salinas. En 1999, también asumió la responsabilidad de administrador parroquial de San Miguel de Quiloño, cargo que mantuvo hasta su jubilación.

A lo largo de su carrera, don Rafael recibió numerosos homenajes por su incansable labor pastoral. En 2012, tras su jubilación, la Asociación de Pensionistas y Jubilados "La Peñona" de Salinas le otorgó una distinción en reconocimiento a su dedicación. Igualmente, la Asociación de Vecinos "Amigos de Salinas" le entregó el premio "Salinas" en un evento que congregó a cerca de 150 personas, entre las que se encontraban familiares, amigos, feligreses y autoridades del concejo.

En aquel acto, don Rafael recordó con emoción su primera misa oficiada en Salinas, un momento imborrable que quedaría marcado en su vida. Durante esos años, el Orfeón de Castrillón, que frecuentemente ofreció conciertos en la iglesia de Salinas, también quiso rendir homenaje al sacerdote, ofreciendo una actuación durante la cena en la que se celebró el evento.

Tras su jubilación, Rafael Santos continuó residiendo en Salinas junto a su hermana. En sus últimos años, se dedicó a disfrutar de su tiempo libre, paseando por las calles del pueblo y leyendo, siempre rodeado del cariño de quienes lo conocieron y lo acompañaron durante su vida pastoral.

El legado de Rafael Santos no solo se resume en sus años de servicio como párroco, sino en la huella espiritual y humana que dejó en cada rincón de Salinas, un pueblo que siempre le brindó su apoyo y gratitud. Hoy, sus feligreses, amigos y familiares se despiden de él con un profundo respeto, agradecidos por la dedicación, la cercanía y la calidez con la que vivió su ministerio.

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