El impacto de la pandemia, la falta de relevo generacional y los cambios en los hábitos de consumo han llevado al cierre de cientos de bares en el Principado. Sin embargo, el sector hostelero muestra signos de recuperación en empleo y nuevas tendencias.

El Principado de Asturias ha visto desaparecer 587 bares desde 2020, reflejando una tendencia preocupante para un sector que históricamente ha sido el corazón social y económico de la región. Según datos de la patronal Otea, Asturias cerró 2024 con 5.843 establecimientos de restauración, un descenso notable desde los 6.430 de hace cuatro años. La caída ha sido especialmente pronunciada en los bares y locales de bebidas, que representan el 90% de los cierres.

El fin de una era para los bares asturianos

En 2020, Asturias contaba con 4.937 establecimientos de bebidas, cifra que ha caído a 4.388 en 2024. Estos cierres no solo reflejan el impacto directo de la pandemia, sino también otros factores como:

• Jubilaciones sin relevo generacional.
• Aumento de los costes operativos, especialmente de productos y suministros.
• Cambios en los hábitos de consumo, con una preferencia creciente por opciones de ocio en el hogar o alternativas más modernas.
• Competencia de modelos emergentes, como las viviendas de uso turístico, que han transformado la oferta en zonas turísticas clave.

“El bar de la esquina ya no es el centro de la vida social que solía ser,” señalan desde Otea, destacando cómo los consumidores buscan experiencias más diversificadas.

Un sector en evolución: luces en el horizonte

Aunque el número de bares ha disminuido, el sector hostelero en su conjunto muestra signos de resiliencia y adaptación.

• El empleo supera niveles prepandemia: Durante 2024, la media mensual de trabajadores en el sector alcanzó los 35.218, la cifra más alta de los últimos cuatro años.
• Estabilidad en restaurantes y catering: Mientras los bares cierran, el número de restaurantes (1.308) y empresas de catering (147) se mantiene relativamente estable.
• Crecimiento del turismo: En 2024, Asturias recibió 2,7 millones de turistas, un aumento del 14,35% respecto a 2019, lo que ha impulsado la ocupación hotelera y otros sectores.

“El empleo en hostelería ha experimentado un crecimiento notable, reflejando la capacidad del sector para reinventarse y adaptarse a las nuevas demandas del mercado,” subraya Otea.

Comparación nacional: el fenómeno no es exclusivo

Asturias no es la única región afectada. En toda España, el número de bares ha caído un 17% desde 2010, pasando de 225.000 a 184.430. A pesar de ello, España sigue siendo el país con mayor densidad de bares por habitante en el mundo, con un bar por cada 175 personas.

¿Qué sigue para los bares asturianos?

Los expertos coinciden en que la supervivencia del sector dependerá de su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos. Esto incluye:

• Digitalización: Implementación de tecnologías para mejorar la gestión y la experiencia del cliente.
• Diversificación de la oferta: Ampliar el menú con opciones saludables, veganas o de autor.
• Atracción de talento joven: Incentivar a las nuevas generaciones para tomar el relevo en la gestión de estos negocios.

El futuro: entre nostalgia y modernización

Aunque la pérdida de bares trae consigo un toque de nostalgia, también abre la puerta a nuevas oportunidades. El sector hostelero asturiano se enfrenta al reto de equilibrar su rica tradición con las exigencias de un mercado en constante cambio.

Asturias, tierra de sidra y tapeo, aún guarda espacio para que los bares vuelvan a ser protagonistas. Pero, como en todo, solo sobrevivirán los que sepan brindar por la innovación sin olvidar sus raíces.