¿Qué tienen en común un árbol de Navidad de 13 metros, 181 piezas de joyería y un hotel de siete estrellas? La respuesta es sencilla: una de las extravagancias más llamativas y ridículamente lujosas de la historia de la Navidad. En 2010, el Emirates Palace Hotel de Abu Dabi no solo encendió las luces de su árbol navideño, sino también las alertas de todos los joyeros del planeta.
El árbol que vale más que tu casa (y la de tu vecino)
Imagina un árbol de Navidad que no está decorado con esferas de plástico ni luces LED de oferta. No, este árbol tenía collares de diamantes, pendientes de esmeraldas y zafiros, perlas que parecían salidas directamente de las profundidades del océano, y un valor total de más de 11 millones de dólares. Básicamente, era como si el joyero más exclusivo del mundo hubiera dicho: "Eh, ¿y si hacemos un árbol?" Y lo hicieron.
Santa Claus, tráeme un Rolex, por favor
Este árbol no solo brillaba; deslumbraba. Si alguien pensó que era una buena idea tomarse una selfie con él, más le valía llevar gafas de sol. Cada una de las 181 piezas de joyería que lo adornaban parecía gritar: "No soy decoración, soy una inversión." Incluso el propio Santa Claus, si lo hubiese visto, habría dejado de repartir regalos para pedir un préstamo.
¿Lujo o locura?
Por supuesto, la noticia se hizo viral (o lo que era viral en 2010). Mientras algunos aplaudían la audacia del Emirates Palace, otros murmuraban: "¿De verdad era necesario?" En una región conocida por su opulencia, este árbol llevaba la ostentación a un nivel completamente nuevo. Si los villancicos hablan de paz y amor, este árbol parecía cantar: "All I want for Christmas... is cash."
Pero espera, hay más
Lo mejor de todo es que el propio gerente del hotel, Hans Olbertz, trató de justificar la ostentación diciendo que el árbol en sí costaba “solo” 10.000 dólares y que las joyas eran prestadas. Sí, prestadas, porque, claro, cuando alguien te pide que le dejes un collar de diamantes, ¿quién se puede negar? Lo más divertido es que, según Olbertz, el árbol no buscaba presumir, sino transmitir un “mensaje de generosidad”. Bueno, generosidad de los joyeros, al menos.
Un récord brillante... y polémico
Aunque se habló de inscribir el árbol en el Récord Guinness, al final quedó como una curiosidad mundial. ¿Por qué? Porque, como dijeron muchos críticos, quizás habría sido más navideño destinar esos millones a causas benéficas. Pero, claro, ¿dónde estaría la diversión en eso?
El árbol que vivirá en nuestras mentes (y memes)
El árbol de los 11 millones de dólares es una de esas historias que parecen exageradas, pero que son 100% reales. Es un recordatorio de que la Navidad puede celebrarse de muchas formas: con familia, con regalos... o con diamantes colgando de un pino gigante. Así que la próxima vez que te sientas culpable por gastar en decoración navideña, recuerda: siempre habrá alguien en Abu Dabi que lo hizo a lo grande.
Moraleja navideña: Si vas a colgar algo en tu árbol, asegúrate de que no necesite vigilancia las 24 horas.