Todos recordamos esa canción icónica en la que Juan Luis Guerra soñaba con un campo inundado de café, una imagen tan poética como deliciosa. Pero, ¿y si el maestro dominicano estaba en lo cierto y el café realmente es el mejor fertilizante para el campo? Pues bien, según una curiosa afirmación que circula en Internet, los árboles crecen más rápido si se les proporciona café en el suelo.

¿Café con leche para tus plantas?

Al parecer, no se trata de invitar a los robles y pinos a una tertulia con un buen espresso, sino de esparcir los restos de café molido en el suelo alrededor de sus raíces. ¿El resultado? Supuestamente, un crecimiento más vigoroso y saludable. Y no es que los árboles necesiten un chute de cafeína para despabilarse, sino que los restos de café están cargados de nutrientes como nitrógeno, potasio y magnesio, esenciales para el crecimiento vegetal. ¡Quién diría que nuestro brebaje matutino también sería el desayuno perfecto para las plantas!

Un bosque más despierto

Imaginemos por un momento que esta práctica se adopta a nivel global. Los agricultores con sus cafeteras de cápsulas a cuestas, vertiendo litros y litros de café en los suelos para despertar a sus cultivos como quien despierta a un compañero de trabajo después de una noche de fiesta. Quizás hasta podríamos escuchar a los olmos y encinas susurrar “¡Por fin estoy cargado!” mientras crecen dos metros más altos en tiempo récord.

Pero cuidado, no todo es felicidad y aroma a café recién hecho. Algunos expertos advierten que el exceso de café puede acidificar el suelo y, como en los humanos, demasiada cafeína podría estresar a las plantas. Así que la clave está en no pasarse con las dosis: ni una planta quiere ser hiperactiva ni un manzano necesita un café triple con extra de crema.

La ciencia detrás del café en el suelo

En realidad, hay estudios que respaldan parcialmente esta idea. Los restos de café son un excelente material para el compostaje y, cuando se usan con moderación, pueden mejorar la calidad del suelo, aumentar la retención de agua y fomentar la actividad de microorganismos beneficiosos. Así que, aunque no sea magia instantánea para los árboles, hay algo de verdad en la idea de que el café puede ser un aliado en el jardín.

¿Juan Luis Guerra, visionario?

Quizás, después de todo, el artista dominicano sabía algo que el resto del mundo ignoraba. ¿Y si su canción era una especie de profecía agrícola disfrazada de merengue? Imagina campos enteros creciendo exuberantes al ritmo de "Ojalá que llueva café" mientras los agricultores lanzan café molido como si fueran pétalos de rosa en una boda rural.

¿Deberías probarlo en casa?

Si tienes un pequeño huerto o un jardín, es posible que quieras hacer el experimento. Recoge los posos de café que sobran de tu cafetera y espárcelos (con moderación) alrededor de tus plantas. Solo recuerda que la clave está en el equilibrio. De lo contrario, podrías terminar con plantas hiperactivas que no dejen de crecer… o que te pidan un croissant para acompañar.

El café, alimento universal

Ahora que sabemos que el café no solo es la gasolina de los humanos sino también un potenciador para los árboles, no queda más que rendirnos a sus encantos. Así que, la próxima vez que tomes un sorbo de tu capuchino matutino, piensa en compartir un poco con el ficus de tu salón. ¿Quién sabe? Quizás termines con un pequeño bosque en casa.

Y, si alguna vez te encuentras tarareando la canción de Juan Luis Guerra, recuerda: tal vez siempre quiso que lloviera café para hacer del mundo un lugar más verde… y más feliz.