La tranquilidad de La Corredoria, un barrio ovetense, quedó hecha añicos tras el asesinato de Leónidas Laborde Escobar, conocido cariñosamente como el "Viejo Leo". Este ecuatoriano de 67 años, dedicado y querido por su comunidad, trabajaba como cuidador interno en la vivienda de "Oscarín", un vecino de 48 años con problemas psiquiátricos que ha sido detenido como principal sospechoso. Aún con más preguntas que respuestas, la Policía Nacional investiga este impactante caso que ha dejado consternados a familiares, vecinos y allegados.
El hallazgo del cuerpo y las primeras pistas
El pasado viernes por la mañana, "Oscarín" llamó alterado a la puerta de sus vecinos pidiendo ayuda para levantar a Laborde, quien, según él, estaba tendido en la cocina. Los vecinos acudieron al domicilio y encontraron al cuidador sin vida. De inmediato alertaron a los servicios de emergencia, quienes constataron que Laborde tenía un hematoma en el mentón y una puñalada mortal en el corazón. Sin embargo, la escena del crimen presentó un dato desconcertante: no había sangre alrededor del cuerpo y el arma homicida, un cuchillo, no estaba presente.
El protocolo de emergencia se activó rápidamente y "Oscarín" fue detenido como principal sospechoso. Según declaró a las autoridades, se había acostado la noche anterior sin percatarse de nada extraño y fue al despertar cuando descubrió a su cuidador tendido en el suelo, creyendo que había sufrido un desmayo.
Un posible móvil: 400 euros desaparecidos
El día anterior a su muerte, Laborde retiró 400 euros de un cajero automático para realizar la compra mensual, dinero que no ha sido localizado ni en la casa ni entre las pertenencias del fallecido. Este detalle, confirmado por los registros bancarios, ha llevado a los investigadores a plantearse la posibilidad de un robo como móvil del crimen. Sin embargo, esta hipótesis no es la principal y aún no se descarta la implicación de terceras personas.
El perfil del sospechoso y la incredulidad vecinal
"Oscarín", conocido en el barrio como una persona tranquila, lleva años enfrentando problemas psiquiátricos. Los vecinos, quienes lo describen como un hombre que “nunca se mete con nadie”, se muestran incrédulos ante la posibilidad de que haya cometido un acto tan violento. "No pesa más de cincuenta kilos, no encaja en el perfil de un asesino", comenta un vecino. Esta incredulidad también es compartida por la familia de Laborde, quienes aseguran que jamás hubo conflictos entre ambos. "Era como un padre para él. Le cuidaba, le daba la medicación, le hacía la compra. Estamos destrozados", afirmó una de las hijas del fallecido.
La vida de Laborde: un hombre de bondad inquebrantable
Leónidas Laborde llegó a Asturias hace años y trabajó en la misma vivienda durante aproximadamente cinco años. Primero cuidó a los padres de "Oscarín" hasta que la madre ingresó en una residencia y el padre falleció. Desde entonces, vivía con el detenido, asumiendo el papel de cuidador principal. La familia de Laborde lo describe como “el mejor padre del mundo” y “el patriarca” de su extensa familia, un hombre siempre dispuesto a ayudar y dar consejos.
Investigación en curso y el misterio del cuchillo
La Policía Científica continúa recabando pruebas en el domicilio y en sus alrededores. Una de las prioridades es localizar el arma homicida, que, según las primeras pesquisas, podría haber sido retirada de la escena. Vecinos y comerciantes han sido interrogados en busca de pistas que permitan esclarecer un crimen que, por el momento, parece envuelto en un halo de misterio.
Un barrio en estado de shock
La Corredoria, un barrio que rara vez protagoniza titulares, vive días de consternación. El fallecimiento del "Viejo Leo" ha dejado un vacío profundo entre quienes lo conocían, y las circunstancias de su muerte han generado un clima de inseguridad e incertidumbre. "Necesitamos saber qué pasó. Era un hombre bueno que no merecía este final", clama su familia, que exige justicia para un ser querido que deja un legado de bondad y dedicación.