La cultura del azabache en Asturias, a un paso de ser Bien de Interés Cultural inmaterial

La cultura del azabache en Asturias, a un paso de ser Bien de Interés Cultural inmaterial

El Consejo de Patrimonio Cultural avala la declaración de esta tradición única, que combina historia, arte y simbolismo, con epicentro en Les Mariñes de Villaviciosa.

 

Asturias está cerca de consolidar la protección de uno de sus patrimonios más valiosos: la cultura del azabache, un mineral que ha marcado la identidad cultural, artística y económica de la región a lo largo de los siglos. En su sesión de ayer, el Consejo de Patrimonio Cultural, presidido por la consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Rodríguez, ha emitido un informe favorable para declarar la cultura del azabache como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial. Este respaldo supone un paso clave antes de que el Consejo de Gobierno formalice la aprobación definitiva del decreto.

El azabache: un mineral lleno de historia y misticismo

Asturias es conocida por la calidad excepcional de sus yacimientos de azabache, cuya explotación artesanal data de tiempos remotos. Este singular mineral, caracterizado por su brillo, rareza y supuestas propiedades profilácticas, ha sido venerado como símbolo de protección y buena fortuna. Durante siglos, el azabache asturiano se ha transformado en piezas icónicas como amuletos, joyas tradicionales y creaciones innovadoras, siendo objeto de una alta demanda tanto dentro como fuera de la región.

Les Mariñes: el corazón de la tradición azabachera

La tradición minera y artesanal del azabache encuentra su epicentro en Les Mariñes de Villaviciosa, donde se concentran los talleres que mantienen vivo este oficio único. Aunque la minería local cesó hace décadas, los artesanos continúan elaborando piezas que combinan herencia cultural e innovación. Entre sus producciones destacan las ciguas, amuletos de gran demanda en mercados como Santiago de Compostela y Asturias, así como joyas contemporáneas que fusionan el azabache con otros materiales, adaptándose a los gustos modernos.

Un legado protegido para el siglo XXI

El valor del azabache en Asturias trasciende lo económico y artístico; es un símbolo profundamente arraigado en la identidad cultural asturiana. Su aprecio se basa no solo en su estética, sino también en su conexión con creencias y tradiciones. Esta riqueza histórica y simbólica ha impulsado su candidatura a BIC, respaldada por informes favorables del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y la Universidad de Oviedo.

El expediente, iniciado oficialmente en enero de 2023, recoge la importancia de preservar este patrimonio para las futuras generaciones. En palabras de Vanessa Rodríguez: “La cultura del azabache representa una parte esencial de nuestra historia y de nuestra identidad. Esta declaración como BIC es un reconocimiento a su singularidad y una apuesta por su conservación.”

El futuro del azabache: innovación y tradición

A pesar de la reducción del oficio de azabachero, el mercado de este mineral sigue vigente, apoyado en dos vertientes: la preservación de diseños tradicionales y la apuesta por la innovación. Talleres de Les Mariñes continúan explorando nuevas formas de trabajar el azabache, contribuyendo a su revalorización como un producto único que combina historia y modernidad.

La inminente declaración como Bien de Interés Cultural inmaterial no solo garantizará su protección, sino que también abrirá nuevas oportunidades para la promoción y valorización de esta tradición única de Asturias, asegurando que su legado perdure como parte del patrimonio cultural de la región.

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