La Universidad de Oviedo, a través del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot), participa en un revolucionario proyecto internacional que busca recuperar suelos degradados, contaminados o salinos para convertirlos en terrenos productivos destinados a cultivos no alimentarios. La iniciativa, denominada pHYBi, propone un enfoque innovador de economía circular que combina la regeneración del suelo con la producción de biomasa sostenible, abriendo nuevas oportunidades para la industria y el medio ambiente.
Asturias, clave en la recuperación de suelos industriales
El proyecto tiene un impacto especialmente relevante en regiones como Asturias, donde la actividad industrial y minera ha dejado una importante huella en forma de terrenos contaminados y sin uso. Según José Luis Rodríguez Gallego, director del Indurot, las especies seleccionadas —como chopo, abedul, sauce, cáñamo y miscanto— no solo son capaces de crecer en condiciones adversas, sino que también cumplen un doble propósito:
- Fitorremediación: Absorben o inmovilizan contaminantes presentes en el suelo, como metales pesados o compuestos orgánicos, mejorando su calidad.
- Producción de biomasa: La vegetación cultivada puede transformarse en fibras naturales, pigmentos y materiales renovables que pueden sustituir a los textiles sintéticos derivados del petróleo.
“Europa necesita alternativas sostenibles para obtener materias primas, y este proyecto nos acerca a una solución eficiente y respetuosa con el medio ambiente”, destacó Rodríguez Gallego.
Un proyecto de colaboración internacional
pHYBi es un proyecto financiado con 5 millones de euros a través del programa Horizon Europe, del que la Universidad de Oviedo recibirá más de 400.000 euros para llevar a cabo su investigación. La iniciativa cuenta con un consorcio formado por 11 organizaciones de cinco países: España, Alemania, Francia, Italia y Croacia.
La empresa IDENER, coordinadora del proyecto, acogió la reunión inicial en octubre en Sevilla, donde se trazaron las líneas de trabajo para los próximos cuatro años. Las acciones clave del proyecto incluyen:
- Estudios piloto en diferentes regiones europeas para validar los procesos de fitorremediación.
- Optimización de la producción de biomasa en suelos no aptos para la agricultura convencional.
- Desarrollo de una herramienta virtual que permitirá simular estos procesos en distintas condiciones geográficas.
- Evaluación de la viabilidad económica, social y ambiental de estas prácticas sostenibles.
Un futuro más sostenible para la industria textil europea
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto pHYBi es su potencial para ofrecer soluciones a la industria textil, un sector en plena transformación y que busca alternativas a los materiales sintéticos. En Europa, el 80 % de la superficie está destinada a la producción de alimentos, infraestructuras y asentamientos, lo que limita la obtención de materias primas renovables. La biomasa generada en suelos recuperados, como propone el proyecto, podría convertirse en una fuente sostenible para la fabricación de textiles naturales y otros productos industriales.
“Este proyecto no solo recupera terrenos dañados, sino que impulsa una industria más verde y competitiva, especialmente en regiones como Asturias que necesitan alternativas económicas sostenibles”, subrayó el director del Indurot.
Investigación asturiana de referencia
El equipo de la Universidad de Oviedo está encabezado por José Luis Rodríguez Gallego, con un grupo interdisciplinar de investigadores entre los que destacan las profesoras Aida González y Ana Isabel Peláez. Expertos en fisiología vegetal, microbiología, botánica e ingeniería ambiental colaborarán en el desarrollo y seguimiento de los sitios piloto.
Este esfuerzo conjunto posiciona al Campus de Mieres como un referente en investigación medioambiental, alineando el conocimiento académico con las necesidades actuales de la sociedad y del tejido industrial europeo.
Una oportunidad para Asturias
Con un legado industrial tan arraigado, Asturias tiene la posibilidad de convertirse en un modelo de recuperación medioambiental. Proyectos como pHYBi no solo ofrecen soluciones para regenerar terrenos degradados, sino que también promueven una economía circular, impulsan sectores clave como el textil y abren la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo sostenible en el Principado.
La combinación de ciencia, innovación y compromiso ambiental sitúa a la región en la vanguardia de la lucha contra el abandono y contaminación de suelos, mirando hacia un futuro donde cada metro de tierra cuenta.