La Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE) ha emitido un comunicado categórico en respuesta a las recientes declaraciones de Mark Rutte, secretario general de la OTAN. Las palabras de Rutte, quien instó a los ciudadanos europeos a aceptar recortes en sanidad, pensiones y seguridad social para incrementar el gasto en defensa, han generado un amplio rechazo social.
Las polémicas declaraciones de Rutte
Durante su intervención el 12 de diciembre de 2024, Mark Rutte afirmó que los Estados miembros de la OTAN deben realizar "sacrificios" económicos en áreas clave como sanidad y pensiones para garantizar la seguridad a largo plazo en Europa. Entre sus declaraciones más controvertidas, destacó:
- “Invertir en defensa es una obligación para asegurar la paz.”
- “Es inaceptable que se nieguen a invertir en la industria de defensa.”
Rutte subrayó que el aumento del presupuesto militar es esencial para mantener la seguridad en Europa, un discurso que ha sido apoyado en términos similares por la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien en reiteradas ocasiones ha defendido que "invertir en defensa es invertir en paz y creación de empleo".
La respuesta de COESPE: “Los derechos sociales no son negociables”
Desde COESPE, el rechazo ha sido contundente. En su comunicado, califican las propuestas de la OTAN como un atentado contra el bienestar de la ciudadanía y advierten sobre las consecuencias de priorizar el gasto militar sobre los derechos sociales.
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Prioridades equivocadas: “El presupuesto social no es un lujo, es un derecho fundamental. Reducir inversiones en sanidad, educación y pensiones para destinarlas a la guerra perpetúa desigualdades y pone en riesgo la calidad de vida de millones.”
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La verdadera seguridad: Según la coordinadora, “la seguridad no se mide en términos militares, sino en garantizar una vida digna para toda la población. Sin acceso a derechos básicos, se debilita la cohesión social y se agravan las crisis internas.”
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Beneficios para la industria militar: COESPE denuncia que estas medidas favorecen a la industria militar y financiera, al promover inversiones obligatorias en defensa desde bancos y fondos de pensiones.
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Una llamada a la paz: La organización sostiene que “la única vía de seguridad real es la negociación y la distensión, no la preparación para conflictos armados.”
Contexto y movilización social
El comunicado concluye con un llamado a la ciudadanía a defender sistemas robustos de bienestar social y a rechazar cualquier propuesta que priorice el gasto militar. COESPE advierte que este modelo no solo vulnera derechos fundamentales, sino que perpetúa un modelo económico que prioriza los intereses de unos pocos.
“Gobierne quien gobierne, los derechos sociales, la paz y la vida se defienden”, señala el mensaje final, invitando a un debate más profundo sobre las prioridades de los gobiernos europeos en un contexto de creciente presión internacional.
Un dilema para Europa
Las palabras de Rutte y las reacciones en su contra reflejan un dilema creciente en Europa: equilibrar las necesidades de seguridad en un contexto geopolítico tenso con la garantía de derechos sociales fundamentales para sus ciudadanos. Mientras tanto, organizaciones como COESPE recuerdan que la verdadera fortaleza de un país no reside solo en su capacidad militar, sino en la dignidad y bienestar de su gente.