El Principado financia íntegramente los trabajos de excavación, que han revelado evidencias de muertes traumáticas. Los hallazgos podrían corresponder a las tres hermanas Ferrer, víctimas del conflicto en 1936.
La Universidad de Oviedo, en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha logrado localizar los límites de la fosa común del cementerio de A Caridá, en el concejo de El Franco, tras semanas de investigación. El hallazgo, financiado íntegramente por el Principado de Asturias, supone un paso crucial en el esfuerzo por recuperar la Memoria Democrática de la región.
La viceconsejera de Derechos Ciudadanos, Beatriz González Prieto, anunció que el equipo de arqueólogos del grupo Arqueos, liderado por el catedrático José Avelino Gutiérrez, ha identificado restos de tres cadáveres y señales de un posible cuarto. Estos hallazgos preliminares, localizados a última hora de ayer, apuntan a muertes traumáticas en el contexto de la Guerra Civil española, un hecho que ya ha sido comunicado a la autoridad judicial competente.
Un descubrimiento inesperado
Aunque inicialmente se creía que la fosa estaba en otra ubicación, los expertos determinaron su localización exacta y confirmaron que está delimitada. Los primeros restos humanos, un brazo, fueron encontrados ayer, y hoy se han descubierto fragmentos de otros cuerpos, junto a objetos personales que podrían ser clave en la identificación de las víctimas.
“Entre los restos se han hallado zapatos y un monedero femeninos, lo que sugiere que al menos dos de los cuerpos podrían ser de mujeres. Los indicios apuntan a que podrían tratarse de las tres hermanas Ferrer, hijas de una familia de sindicalistas asesinadas el 1 de septiembre de 1936”, explicó González Prieto.
Una investigación con rigor histórico y judicial
La directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado, destacó que el caso ya ha sido trasladado a la autoridad judicial en cumplimiento de la Ley 1/2019 del Principado de Asturias para la Recuperación de la Memoria Democrática. La normativa establece que, si no se ordenan medidas judiciales adicionales, los trabajos de campo continuarán con la exhumación completa de los restos, registrando y documentando todas las evidencias que puedan ser relevantes en una futura causa judicial.
Este procedimiento, regulado por el Decreto 14/2023, garantiza que cada hallazgo sea tratado con la máxima diligencia. "Nuestra prioridad es que estos restos puedan aportar justicia, verdad y reparación a las familias de las víctimas", añadió Collado.
Memoria recuperada
La fosa común de A Caridá es la primera en ser financiada íntegramente por el Principado, marcando un hito en el compromiso del Ejecutivo autonómico con la memoria histórica. Desde el pasado martes, los trabajos han avanzado rápidamente, y se espera que la exhumación proporcione nuevas evidencias sobre el destino de las hermanas Ferrer, cuyo trágico final ha permanecido en la oscuridad durante casi un siglo.
“Este hallazgo no solo es importante para esclarecer lo ocurrido en 1936, sino para dar visibilidad y dignidad a las víctimas de uno de los episodios más oscuros de nuestra historia”, subrayó González Prieto.
Con el respaldo de la Consejería de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, el Instituto de la Memoria Democrática continuará trabajando en este y otros casos, garantizando que las historias de las víctimas sean conocidas y reconocidas.
El futuro de la investigación
A medida que los trabajos de exhumación progresen, los restos serán analizados en busca de pruebas que confirmen su identidad y las circunstancias de su muerte. Este proceso no solo busca cerrar heridas del pasado, sino también honrar la memoria de quienes perdieron la vida defendiendo sus ideales.