El debate y la aplicación de la eutanasia siguen generando actualidad en Asturias. Según el último informe del Ministerio de Sanidad sobre la prestación de ayuda para morir en España, las solicitudes en el Principado han experimentado un notable incremento durante el año 2023, alcanzando las 33 peticiones, lo que supone un aumento del 73,68% en comparación con el año anterior.
Este dato refleja una tendencia al alza en la demanda de este derecho desde su legalización en 2021. En total, desde entonces, 374 personas han solicitado la eutanasia en Asturias, aunque no todas las solicitudes han llegado a completarse. Un dato preocupante que emerge del informe es que algunas personas fallecieron mientras aguardaban una respuesta a su solicitud.
Tiempos de espera y mejora en la gestión
Uno de los aspectos que se han analizado es el tiempo de espera entre la solicitud y la prestación efectiva de la ayuda para morir. La media de espera en Asturias se sitúa en 67 días, con una mediana de 54,2 días. Si bien este dato revela una gestión que necesita optimizarse, cabe destacar que se han implementado medidas para agilizar el proceso.
Según informaciones recientes, la incorporación de un equipo de apoyo específico ha logrado reducir el tiempo medio de resolución para la prestación de la eutanasia, pasando de 41 a 36 días. Este esfuerzo por parte del sistema sanitario asturiano busca garantizar una respuesta más ágil y eficiente a las personas que ejercen este derecho.
Casos y perfiles
En el año 2022 se presentaron 25 solicitudes de eutanasia en Asturias, de las cuales 9 fueron aprobadas. La mayoría de las solicitudes procedían de personas con edades comprendidas entre los 65 y los 79 años que padecían enfermedades neurológicas y oncológicas irreversibles, incapacitantes y en fases muy avanzadas, sin alternativas terapéuticas. La mayoría de las eutanasias se practicaron en el domicilio familiar bajo los cuidados del equipo sanitario de atención primaria.
Retos y debate continuo
La aplicación de la ley de eutanasia sigue generando debate en la sociedad y entre los profesionales sanitarios. Se destaca la necesidad de una mayor información tanto para la sociedad como para los propios profesionales, así como la necesidad de abordar las dificultades para encontrar médicos dispuestos a participar en este proceso, debido, en parte, al derecho de objeción de conciencia.
A pesar de los avances, la eutanasia en Asturias sigue siendo un tema complejo que requiere una continua revisión y un diálogo abierto para garantizar el respeto a la voluntad de las personas y el acceso a un derecho reconocido legalmente.