El Servicio de Salud del Principado avanza hacia una histórica reducción de la temporalidad al 8%, con procesos extraordinarios que culminarán el 30 de diciembre.

En un movimiento histórico hacia la estabilidad laboral en el sector sanitario, el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) se prepara para completar el proceso de estabilización de 4.795 plazas el próximo 30 de diciembre. Este hito, que marca un antes y un después en la gestión de recursos humanos del sistema sanitario asturiano, incluirá nombramientos publicados en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA).

Un proceso sin precedentes

El SESPA ha llevado a cabo este año cinco oposiciones clave que incluyen tanto el turno general como el de discapacidad física e intelectual, adjudicando un total de 330 plazas. Estas oposiciones son solo la punta del iceberg de un esfuerzo titánico que ha involucrado más de 100 procesos extraordinarios de concurso y concurso-oposición, distribuidos en múltiples categorías y especialidades.

El pasado 30 de noviembre, la especialidad de Ginecología puso el broche final a las adjudicaciones iniciales con 23 plazas asignadas. Ahora, con la publicación de los últimos nombramientos en el BOPA prevista para el día 30, el SESPA reafirma su compromiso de cumplir el plazo prometido antes de fin de año.

Llamamientos sucesivos: nadie se queda atrás

Aunque el SESPA prevé adjudicar todas las plazas disponibles, algunas categorías han presentado vacantes no cubiertas. Para resolver esto, se mantendrán llamamientos sucesivos con el objetivo de garantizar que ninguna plaza quede desierta. Este proceso podría extenderse hasta enero de 2025, asegurando que cada rincón del sistema sanitario asturiano cuente con los profesionales necesarios.

Hacia un futuro con menos temporalidad

Este ambicioso plan de estabilización no solo refuerza la plantilla sanitaria, sino que también busca reducir la tasa de temporalidad al 8%, alineándose con los estándares de calidad y estabilidad laboral exigidos en el sector público. Este objetivo cobra especial relevancia en un contexto donde la sanidad enfrenta desafíos críticos como el envejecimiento de la población y la creciente demanda asistencial.

Impacto en los pacientes y los profesionales

Con un personal más estable y motivado, los ciudadanos del Principado pueden esperar una mejora en la continuidad y calidad de los servicios sanitarios. A su vez, los profesionales ganan en seguridad laboral, lo que se traduce en una mayor dedicación y satisfacción en sus funciones.