Esta semana, la sidra asturiana ha sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, un hito que pone en valor su tradición, su ritual del escanciado y su papel central en la cultura asturiana. Pero, ¿qué significa realmente formar parte de esta prestigiosa lista y con qué otros patrimonios culturales se encuentra ahora la sidra?
Te invitamos a un viaje para descubrir algunas de las maravillas del mundo que comparten este título y a comprender mejor el lugar que ocupa la sidra asturiana en este exclusivo club.
¿Qué es el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?
El Patrimonio Cultural Inmaterial, según la UNESCO, abarca prácticas, expresiones, conocimientos y habilidades transmitidos de generación en generación. Son tradiciones vivas que dan a las comunidades un sentido de identidad y continuidad, desde rituales y festivales hasta gastronomía y artesanías.
Desde su creación en 2003, esta lista ha reconocido más de 700 elementos en todo el mundo, destacando su importancia en la preservación de la diversidad cultural.
La sidra asturiana: Un nuevo miembro del club
Con la sidra asturiana, la UNESCO no solo reconoce una bebida, sino también su ritual único del escanciado, el papel de los llagares (bodegas de sidra) y su presencia en la vida social y festiva de Asturias. Este título es un espaldarazo internacional para un símbolo que define la identidad asturiana.
¿Con qué otros patrimonios se codea la sidra asturiana?
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La dieta mediterránea (2010)
Un reconocimiento a los patrones alimentarios de España, Italia, Grecia y otros países del Mediterráneo, que destacan por su equilibrio, productos locales y tradiciones culinarias. La sidra, como parte de la gastronomía asturiana, entra a la par con esta referencia mundial. -
El flamenco (2010)
Andalucía aportó al mundo este arte profundo que combina canto, baile y guitarra. La sidra y el flamenco comparten el carácter festivo y el poder de reunir a las personas en torno a una experiencia cultural. -
El carnaval de Barranquilla (Colombia, 2008)
Este festival es una explosión de música, danza y alegría que resalta la herencia cultural del Caribe colombiano. Al igual que la sidra, su esencia reside en mantener vivas tradiciones locales con un fuerte componente de comunidad. -
La cerveza belga (2016)
Aunque distinta en naturaleza, la cultura cervecera de Bélgica también ha sido reconocida por la UNESCO. Comparte con la sidra asturiana el arte de elaboración y su papel central en la vida social y cultural. -
El yoga (India, 2016)
Esta práctica milenaria va más allá del ejercicio físico, representando una conexión espiritual y cultural. Aunque los mundos del yoga y la sidra parezcan lejanos, ambos reflejan el valor de las tradiciones vivas para la humanidad. -
El fado portugués (Portugal, 2011)
Este estilo musical melancólico encarna la identidad de Portugal, como la sidra lo hace con Asturias. Ambos son testigos culturales que narran historias y emociones de sus pueblos.
España y su riqueza inmaterial
La sidra asturiana se une a una lista de 18 patrimonios inmateriales de España reconocidos por la UNESCO, entre los que destacan:
- Las Fallas de Valencia
- La cetrería
- La fabricación artesanal de tejas y ladrillos
- El silbo gomero de La Gomera
Cada uno de estos patrimonios refuerza la imagen de España como una tierra de tradiciones únicas.
¿Por qué es tan importante este reconocimiento para la sidra?
El título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad no solo preserva tradiciones, sino que también les otorga un escaparate global. Para Asturias, significa una oportunidad de promocionarse como un destino cultural y gastronómico de primer nivel, atraer más turismo y garantizar que las tradiciones vinculadas a la sidra sigan vivas.
La sidra, un símbolo universal de la tradición asturiana
La sidra asturiana entra a formar parte de una lista donde se encuentran los tesoros culturales más importantes del planeta. Se codea con tradiciones centenarias y universales, posicionando a Asturias en el mapa mundial de la cultura. Este logro no solo celebra una bebida, sino también el corazón y el alma de una región que ha sabido preservar sus raíces y compartirlas con el mundo.
Así que, la próxima vez que escancies una sidra, recuerda que estás disfrutando de un patrimonio universal. ¡Salud!