La Audiencia Provincial de León ha sentenciado a 21 años y medio de prisión al líder de una peligrosa banda familiar que entre 2016 y 2021 protagonizó nueve atracos a sucursales bancarias en Asturias y Castilla y León. Con un botín acumulado de más de 750.000 euros, el grupo utilizaba métodos extremadamente violentos, incluyendo secuestros de empleados y el uso de armas de fuego, en una serie de golpes que generaron alarma social durante años.
Una carrera criminal marcada por la violencia y la planificación
El condenado, un veterano atracador, lideraba una organización criminal que operaba con precisión milimétrica. Su modus operandi, descrito por la Policía Nacional como “frío y profesional”, incluía vigilancia previa, toma de rehenes y el uso de bridas para inmovilizar a las víctimas. El grupo atacó con especial frecuencia en Asturias, donde perpetraron cinco de los nueve asaltos, y en Castilla y León, con golpes en Salamanca, Ponferrada, San Andrés de Rabanedo y Medina de Rioseco.
Uno de los episodios más destacados ocurrió en Gijón, el 28 de junio de 2019, cuando se llevaron 216.815 euros de una sucursal del Banco Santander tras esperar pacientemente la apertura de la caja fuerte. El golpe más lucrativo tuvo lugar en Ponferrada, en marzo de 2021, donde robaron 250.000 euros.
El atraco frustrado que marcó un punto de inflexión
No todos los golpes fueron exitosos. En abril de 2019, durante un asalto a Unicaja en Salamanca, un teléfono sonó en plena acción y los atracadores, pensando que era una alarma, abandonaron el lugar sin un euro. Este error evidenció que incluso los atracadores más experimentados no eran infalibles.
La caída: “Operación Bable”
La investigación, bautizada como "Operación Bable", fue llevada a cabo por la UDEV Central de la Policía Nacional, que rastreó el historial delictivo del líder, un viejo conocido de las fuerzas de seguridad. En 2022, tras años de seguimiento y análisis de los vídeos de seguridad de los atracos, se logró la detención del jefe de la banda y sus principales cómplices en la provincia de León.
El juicio y la condena
La sentencia de la Audiencia Provincial de León ha sido contundente: 21 años y medio de cárcel para el líder de la banda, quien aceptó los cargos de robo con violencia, detención ilegal y el uso de armas de fuego. Otros miembros de la organización también han recibido penas significativas, poniendo fin a una ola de terror que dejó una huella profunda en las comunidades afectadas.
El impacto del caso
El desmantelamiento de esta banda representa un logro clave para las fuerzas de seguridad y un alivio para los empleados bancarios y ciudadanos que sufrieron sus acciones. La condena, además de castigar a los responsables, envía un mensaje claro contra la delincuencia organizada.
Con el líder entre rejas, se cierra un capítulo oscuro para Asturias y Castilla y León, regiones que durante años vivieron bajo la sombra de estos violentos atracos.