Tras 17 días de cierre debido a un deslizamiento de tierra, la Autopista del Huerna (AP-66), principal vía de conexión entre Asturias y León, ha reabierto al tráfico mediante un 'bypass' provisional. Este desvío, de aproximadamente 270 metros de longitud, permite la circulación con una velocidad máxima de 40 km/h en el tramo afectado, facilitando la continuación de los trabajos de estabilización de la ladera y la remoción del material desprendido.

El cierre de la autopista, provocado por un desprendimiento masivo en el punto kilométrico 76, obligó a desviar el tráfico por el puerto de Pajares, incrementando los tiempos de viaje en alrededor de una hora y generando congestiones en esta ruta alternativa. La reapertura parcial de la AP-66 alivia significativamente esta situación, aunque las autoridades solicitan precaución a los conductores al transitar por el 'bypass'.

La solución provisional implementada consiste en una calzada con dos carriles en sentido ascendente hacia León y uno en sentido descendente hacia Asturias, cada uno con una anchura de cuatro metros para facilitar el paso de vehículos de gran tamaño, incluyendo quitanieves. Los sentidos de circulación están separados por barreras rígidas de hormigón tipo 'New Jersey', y se han instalado barreras metálicas con captafaros de alta visibilidad en los márgenes para mejorar la seguridad vial.

Para proteger la nueva calzada de posibles desprendimientos adicionales, se ha colocado una barrera dinámica de 100 metros de longitud y postes de ocho metros de altura, capaz de soportar impactos de hasta 9.000 kilojulios. Según el ministro de Transportes, Óscar Puente, se trata de "la barrera dinámica más grande colocada en España". 

La construcción del 'bypass' requirió la demolición y excavación de un desmonte entre la calzada y la vaguada, utilizando explosivos y maquinaria pesada. Estos trabajos fueron ejecutados por Aucalsa, concesionaria de la autopista, bajo la supervisión del Ministerio de Transportes. 

La reapertura parcial de la AP-66 es un alivio para los usuarios, especialmente transportistas y conductores habituales, que enfrentaron dificultades durante el cierre. Sin embargo, las autoridades recuerdan que el 'bypass' es una solución temporal y que las obras de estabilización de la ladera continuarán en las próximas semanas. Por ello, se mantendrán las restricciones de velocidad y se solicita a los conductores que extremen las precauciones al transitar por el tramo afectado.

La situación ha puesto de manifiesto la importancia de la AP-66 como arteria principal de comunicación entre Asturias y la Meseta, y la necesidad de mantenerla en condiciones óptimas para garantizar la seguridad y eficiencia del transporte en la región.