Tras la devastadora DANA que azotó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desplegado un impresionante dispositivo de 150 expertos provenientes de 29 centros de investigación para ofrecer asesoramiento técnico y científico en la gestión de la emergencia. Este esfuerzo multidisciplinar, coordinado por el Grupo de Asesoramiento en Desastres y Emergencias (GADE) del CSIC, se ha convertido en un pilar clave para la reconstrucción y evaluación de los daños en las zonas afectadas.
Un despliegue científico sin precedentes
Desde su activación el 30 de octubre, el CSIC ha organizado a los especialistas en 15 grupos de trabajo, abordando temas como inundaciones, hidrología, infraestructuras, contaminación, riesgos sanitarios y sociales, gestión de residuos, y afección marina. Los trabajos incluyen tanto labores de asesoramiento como actividades operativas sobre el terreno, sufragadas íntegramente con fondos propios del organismo.
Entre las acciones más destacadas, el CSIC ha movilizado el buque oceanográfico Ramón Margalef, equipado con el avanzado robot submarino ROV Liropus 2000, capaz de realizar exploraciones de alta precisión en los fondos marinos de las desembocaduras de los ríos Turia y Júcar. Este equipo ha permitido analizar el impacto de la riada en el entorno marino y prepara una posible segunda campaña para evaluar efectos medioambientales a largo plazo.
Innovación tecnológica para la gestión de la crisis
La Unidad Operacional de Campo (OPECAM) del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) ha desplegado su flota de drones y sensores aéreos, diseñando un innovador visor de imágenes georreferenciadas que permite visualizar con detalle los efectos de la DANA desde Torrent hasta la Albufera. Este visor está disponible para el público y las autoridades en el portal del ICMAN-CSIC.
Además, en colaboración con el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETcc-CSIC), el CSIC ha asesorado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la evaluación de daños en edificios e infraestructuras. Para ello, se han utilizado equipos de medida no destructiva y un laboratorio móvil para analizar materiales como hormigón y mampostería.
Análisis de suelos, lodos y calidad del aire
En el terreno, los expertos del CSIC han identificado zonas óptimas para el acopio de lodos, evaluando sus características geológicas y realizando análisis fisicoquímicos y de patógenos en muestras de lodos y polvo seco. También se prevé el despliegue de una unidad móvil para controlar la calidad del aire en las áreas afectadas.
Coordinación en el corazón de la emergencia
El 9 de noviembre, el CSIC se incorporó al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), encargado de gestionar la respuesta a la emergencia en la Comunidad Valenciana. Desde esta posición, los especialistas del CSIC colaboran estrechamente con gestores de la crisis para ofrecer soluciones científicas adaptadas a las necesidades que surjan durante la recuperación.
Un ejemplo de ciencia al servicio de la sociedad
Institutos como el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) han jugado un papel esencial en este despliegue. La respuesta del CSIC ante la DANA no solo demuestra la capacidad científica y técnica de España, sino que también pone en valor el compromiso del organismo con el bienestar social y la protección del medio ambiente.
El trabajo conjunto de científicos, técnicos y gestores sigue siendo crucial en la recuperación de las zonas afectadas, reafirmando la importancia de la ciencia en la gestión de desastres naturales.