Mientras otros países luchan por cerrar cuentas, Noruega lidera el mundo con su fondo de pensiones soberano, el mayor del planeta, y más de 325.000 dólares por cada ciudadano.
En un mundo donde ahorrar parece una misión imposible, Noruega brilla como el paradigma de la planificación financiera. Este pequeño país nórdico, conocido por sus fiordos, salmón fresco y clima glacial, administra el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, el fondo soberano más grande del mundo, con un valor impresionante de 1,74 billones de dólares estadounidenses. Es decir, cada noruego “tendría” más de 325.000 dólares en su alcancía nacional, suponiendo, claro, que no decidan gastarlo todo en jerseys de lana y bacalao.
¿Cómo lo lograron? El truco está en el petróleo
La historia del fondo se remonta a 1990, cuando el gobierno decidió no gastar todo lo recaudado por el petróleo y el gas en coches eléctricos y saunas de lujo. En cambio, invirtieron los excedentes en mercados globales, creando un fondo que crece a un ritmo impresionante. Hoy en día, Noruega invierte en todo, desde acciones en gigantes tecnológicos hasta bonos y propiedades internacionales.
El secreto del éxito noruego no está solo en la cantidad de petróleo que tienen, sino en su política de mantener una gestión ética y sostenible del fondo. Entre sus reglas, se incluyen evitar inversiones en compañías relacionadas con armamento, tabaco o violaciones de derechos humanos. Y sí, eso también significa que no invierten en países que no separan bien sus basuras.
Comparación: ¿y los demás qué hacen?
Mientras Noruega navega en un mar de dinero, otros países intentan seguir su ejemplo, aunque con menos suerte (o petróleo):
-
China tiene el China Investment Corporation, con un fondo de 940.000 millones de dólares, pero al estar enfocado en la diversificación de reservas internacionales, no alcanza el poderío noruego.
-
Abu Dhabi gestiona el ADIA, con activos por valor de 697.000 millones de dólares, pero se centra más en inversiones en lujo que en crear un fondo ético.
-
Arabia Saudita, con el Public Investment Fund, apuesta por diversificar su economía petrolera y cuenta con 620.000 millones de dólares, aunque está lejos del liderazgo noruego.
¿Y qué pasa con países como el tuyo?
La mayoría de los países no tienen ni para empezar. En lugar de ahorrar, prefieren gastar, y cuando llega la crisis, ya sabemos quién paga el pato (spoiler: no es el gobierno). Mientras tanto, Noruega sigue acumulando intereses, asegurándose de que las futuras generaciones puedan disfrutar del mismo nivel de vida, aunque el petróleo se agote.
¿Qué significa esto para los noruegos?
Aunque no pueden retirar su parte del fondo para comprarse un Tesla o una cabaña en las Lofoten, el Fondo Soberano Noruego garantiza estabilidad económica para los días menos soleados (metafórica y literalmente). Además, financia servicios públicos de primera calidad que hacen que otros países envidien el modelo escandinavo.
El futuro: ¿hacia dónde van los fiordos de dinero?
Con un crecimiento constante y una gestión ética, Noruega demuestra que planificar a largo plazo puede ser más efectivo que cualquier improvisación política. Quizás la próxima vez que veas a un noruego con una sonrisa tranquila, recuerdes: está respaldado por un fondo que lo haría multimillonario en muchos países.
¡Qué fácil parece la vida cuando tu país administra bien el dinero!