El empresario castrillonense J.A.M.M. ha sido condenado a cinco años de prisión y al pago de 31 millones de euros en multas por defraudar 24 millones de euros en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Además, deberá restituir la cantidad defraudada a la Hacienda Pública. La sentencia, dictada por la magistrada María Paz González-Tascón, absuelve a los otros nueve acusados, incluidos los cinco exonerados durante el juicio tras la retirada de cargos por parte del fiscal Íñigo Gorostiza. La jueza aplicó la atenuante de dilaciones indebidas, ya que los hechos juzgados corresponden al período de 2004 a 2007, pero también la agravante de reincidencia, dado que J.A.M.M. ya había sido condenado previamente por defraudar 4,5 millones de euros. Inicialmente, la Fiscalía solicitaba 16 años de prisión.
Según el fallo judicial, el condenado "constituyó diferentes sociedades, llamadas 'pantalla', que compraban material informático en países de la Unión Europea, colocando de modo intermedio a otras sociedades también constituidas en la trama, carentes de actividad y controladas por esta, llamadas 'truchas', con el fin de aparentar que estas últimas realizaban la adquisición intracomunitaria y vendían las mercancías a las sociedades 'pantalla'. De este modo, las sociedades 'pantalla' se deducían el IVA que supuestamente habían pagado a las 'truchas', que estas no ingresaban, obteniendo así el beneficio para su entramado empresarial procedente de la defraudación".
La magistrada consideró que el acusado, defendido por el letrado Alejo García, cometió los hechos sin el conocimiento de su exesposa, su hermana y su excuñado, quienes figuraban como administradores o apoderados de algunas de las sociedades y fueron acusados por la Fiscalía, aunque finalmente resultaron absueltos. La jueza aplicó la doctrina del Tribunal Supremo invocada por los abogados de la defensa, en el sentido de que los familiares del condenado no ejercieron "actuación alguna de gestión o decisión de las empresas en las que se limitaban a ostentar cargos meramente formales". J.A.M.M. afirmó que todas las empresas implicadas tenían actividad real y, de hecho, disponía de una compañía de logística.
Durante el juicio, un perito de la Agencia Tributaria indicó que al menos dos de las empresas "trucha" utilizadas por el condenado pudieron ser creadas por el abogado valenciano Ramón Cerdà, quien facilitó algunas de las empresas a las mayores tramas de corrupción del país, como "Nóos", "Gürtel", la estafa de Marsans o "Gowex". Ramón Cerdà, condenado a 13 años por defraudar 3 millones de euros, llegó a crear 9.600 de estas sociedades opacas en una década, a veces 35 en un día.
Con el dinero obtenido fraudulentamente, J.A.M.M. adquirió propiedades en Madrid, una casa en Santianes de Onís, un Mercedes valorado en 47.000 euros y canceló préstamos millonarios. Fue detenido en 2010 en Pozuelo de Alarcón (Madrid), cuando se alejaba de una de las viviendas a bordo de un Audi. Aunque estuvo fuera del país durante algunos años, finalmente fue capturado y actualmente se encuentra en prisión.