Cada 17 de noviembre, el Día Mundial del Cáncer de Pulmón nos recuerda la devastadora huella de esta enfermedad, responsable de miles de muertes al año. En Asturias, el impacto es claro: en 2022, se diagnosticaron 650 nuevos casos, según la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria (Asturpar). El mensaje de la Consejería de Salud es contundente: dejar de fumar es la medida más efectiva para prevenir este tipo de cáncer, que está estrechamente ligado al tabaco en un 87% de los casos.
Radiografía de la enfermedad en Asturias
Con una edad media de diagnóstico de 67,8 años, el cáncer de pulmón no distingue género ni edad. Aunque afecta mayoritariamente a hombres, el 33% de los diagnósticos corresponden a mujeres. Preocupa especialmente el hecho de que un 13,3% de los casos se presentan en menores de 55 años, un reflejo de que la exposición al tabaco sigue siendo un problema transversal.
El principal desafío es el diagnóstico precoz. Actualmente, el 61% de los casos se detectan en estadios avanzados, cuando las posibilidades de supervivencia se reducen significativamente. “La prevención y el diagnóstico temprano son claves para cambiar estas cifras”, afirma Marta Clemente, directora del Área de Gestión Clínica de Pulmón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Estrategias innovadoras: el programa Cassandra
En la lucha por detectar el cáncer de pulmón en sus primeras etapas, Asturias ha implementado el programa nacional Cassandra. Esta estrategia utiliza tomografías torácicas de baja dosis para el cribado en grupos de riesgo, combinando el diagnóstico temprano con el fomento del abandono del tabaquismo.
El área sanitaria III, con cabecera en Avilés, es pionera en la región al sumarse a esta iniciativa nacional, que ya está activa en otras 19 áreas de España. “Cassandra no solo busca detectar la enfermedad de forma temprana, sino también abordar el tabaquismo como parte integral de la prevención”, explica Clemente. Los primeros resultados del programa son esperanzadores y podrían sentar las bases para una expansión regional.
Una epidemia silenciosa
El cáncer de pulmón es el tumor maligno más letal tanto en hombres como en mujeres. Según la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC), cada año cobra millones de vidas en todo el mundo. Aunque el cáncer de mama es más frecuente entre las mujeres, las tasas de mortalidad del cáncer de pulmón están alcanzando cifras similares, reflejo de un cambio en los hábitos de consumo de tabaco en las últimas décadas.
Dejar de fumar: una decisión de vida
Salud subraya que abandonar el tabaco no solo previene el cáncer de pulmón, sino que también reduce el riesgo de desarrollar otras enfermedades graves como EPOC o patologías cardiovasculares. En España, existen tratamientos financiados por la sanidad pública para ayudar a quienes quieren dejar de fumar.
El Día Mundial del Cáncer de Pulmón es una oportunidad para reflexionar sobre el impacto del tabaco en la salud pública y para redoblar esfuerzos en la prevención, el diagnóstico precoz y el apoyo a los pacientes. En palabras de Clemente: “Cada cigarro menos es una victoria frente a una de las enfermedades más devastadoras de nuestro tiempo.”
Asturias lidera con esperanza esta batalla, recordando que la salud pulmonar es clave para el bienestar colectivo.