La campaña de vacunación estacional en Asturias avanza con cifras récord en la lucha contra la gripe y otros virus respiratorios. En apenas seis semanas, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha administrado 306.591 vacunas, superando en 30.000 dosis las cifras alcanzadas en el mismo periodo del año pasado.
Entre los 186.020 vacunados contra la gripe, destaca la inmunización del 46,2% de los mayores de 65 años (128.067 personas), un grupo clave por su vulnerabilidad ante la enfermedad. La cobertura en centros residenciales es aún mayor, alcanzando al 76,6% de los usuarios (10.129 personas), mientras que entre las mujeres embarazadas la cifra asciende al 63,9% (1.653 dosis). Además, se ha protegido al 40% de los menores de cinco años (7.937).
El Principado cuenta este año con cinco tipos diferentes de vacunas antigripales, adaptadas a las necesidades de cada colectivo, y ha adquirido 399.000 dosis por un coste de 4,7 millones de euros. Esta estrategia no solo busca reducir hospitalizaciones y complicaciones graves, sino también limitar la circulación del virus, protegiendo a toda la comunidad.
Protección frente al virus sincitial y la COVID-19
Asturias también lidera la prevención frente al virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la bronquiolitis en bebés y de infecciones respiratorias graves en adultos mayores. Desde el 1 de abril, el 98,6% de los bebés nacidos en esa fecha (413) han recibido el fármaco preventivo, junto con otros 100 menores de alto riesgo, logrando una cobertura del 98% en este grupo vulnerable. Este esfuerzo se dirige a proteger especialmente a prematuros, pacientes con cardiopatías congénitas y niños propensos a la enfermedad grave.
En paralelo, la vacunación contra la COVID-19 ha avanzado significativamente, con 117.945 personas inmunizadas desde el inicio de la campaña el 30 de septiembre.
Vacunarse, un acto de responsabilidad colectiva
Salud recuerda que las vacunas son herramientas seguras y eficaces para prevenir enfermedades graves. Además de proteger individualmente a quienes las reciben, reducen la transmisión viral y refuerzan la inmunidad de grupo, especialmente en beneficio de los colectivos más vulnerables.