Una discusión por la conexión a internet en un piso compartido de estudiantes en el barrio de Pumarín, Oviedo, derivó en una violenta reyerta que dejó tres heridos y dos detenidos. El incidente ocurrió el pasado jueves por la tarde, cuando la falla de la red Wi-Fi desencadenó una serie de agresiones físicas entre los inquilinos.
Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, la disputa comenzó cuando cinco estudiantes que comparten la vivienda experimentaron problemas con la conexión a internet. Una de las residentes contactó al proveedor de servicios desde su habitación, acompañada por dos compañeros. En un momento dado, uno de los jóvenes salió de la habitación y regresó con un hacha, con la cual amenazó al resto de los presentes. Utilizando el canto del arma, golpeó en la frente a la chica que realizaba la llamada, arrebatándole posteriormente el teléfono móvil y destrozándolo al lanzarlo al suelo.
En un intento por detener la agresión, otro de los inquilinos intervino, forcejeando con el agresor y mordiéndole en el dedo meñique, lo que resultó en la amputación de una falange. El portador del hacha respondió propinándole un puñetazo en el rostro. Ante la escalada de violencia, uno de los residentes alertó a la Policía Nacional, que se personó rápidamente en el lugar. Los agentes encontraron el portal del edificio manchado de sangre y a los tres heridos, quienes fueron trasladados al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para recibir atención médica.
Los dos jóvenes implicados en la pelea fueron detenidos bajo la acusación de agresión, y uno de ellos, el que portaba el hacha, también enfrenta cargos por amenazas. Tras ser puestos a disposición judicial, ambos fueron liberados, uno de ellos con una orden de alejamiento.
Este incidente ha generado preocupación entre los vecinos de Pumarín, quienes han manifestado su inquietud por la seguridad en la zona y la convivencia en pisos compartidos por estudiantes. Las autoridades locales han instado a la comunidad estudiantil a buscar soluciones pacíficas ante conflictos domésticos y a evitar el uso de la violencia.
La Policía Nacional continúa investigando los detalles del suceso y ha reiterado la importancia de la mediación y el diálogo para resolver disputas entre convivientes, especialmente en entornos compartidos como pisos de estudiantes.