La Confederación Hidrográfica del Cantábrico inicia labores de conservación en el río Trubia para proteger la Senda del Oso en Santo Adriano

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico inicia labores de conservación en el río Trubia para proteger la Senda del Oso en Santo Adriano

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de conservación del río Trubia en la Senda del Oso, en el municipio asturiano de Santo Adriano. Con una inversión inicial de 17,000 euros, esta intervención abarca un tramo de 3.5 kilómetros y está orientada a proteger y restaurar el entorno natural del río, un recurso clave para la región.

Protección del entorno natural y prevención de inundaciones

Las labores de mantenimiento y conservación están enfocadas en garantizar la capacidad de desagüe del cauce, mediante la retirada de restos vegetales, árboles secos o en mal estado, y aquellos en riesgo de caída. Este esfuerzo no solo mejora la apariencia y salud del río, sino que también cumple una función preventiva, minimizando el riesgo de inundaciones que podrían dañar infraestructuras y afectar a la biodiversidad de la zona.

Estas tareas se están ejecutando a través de la empresa pública Tragsa, y forman parte del Programa de Mantenimiento y Conservación de Cauces de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que realiza labores fuera de las áreas urbanas, donde la responsabilidad recae en los ayuntamientos.

Inversión en la conservación de cauces: un compromiso continuo

El proyecto en Santo Adriano es solo una muestra del compromiso de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico con la conservación de los recursos hídricos en Asturias. Hasta junio de 2024, se han invertido más de 746,000 euros en actuaciones similares en 30 municipios asturianos, con un total de 52 intervenciones, reafirmando así la importancia de preservar los cauces naturales como medida de protección ambiental y de seguridad para las poblaciones locales.

Con esta intervención en el río Trubia, la Confederación busca no solo proteger el entorno natural, sino también fortalecer la conexión de los ciudadanos con la Senda del Oso, un recorrido de gran atractivo turístico y medioambiental que atrae cada año a miles de visitantes. La conservación de este entorno privilegiado garantiza que tanto los habitantes locales como los turistas puedan disfrutar de un espacio seguro y bien cuidado.

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