La Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado de Asturias ha destinado 322.736 euros para mejorar y ampliar la recogida de biorresiduos en seis municipios de la región. Estas subvenciones, financiadas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, tienen como objetivo fomentar la separación de residuos orgánicos en los hogares de Gijón, Carreño, Castrillón, Grado, Aller y Colunga, mediante la instalación y gestión de los conocidos “contenedores marrones.”
Municipios beneficiados: una apuesta por el reciclaje y la sostenibilidad
Los ayuntamientos de Gijón y Carreño recibirán las ayudas directamente para proyectos individuales que mejorarán la gestión de los biorresiduos en sus localidades. En los concejos de Castrillón, Grado, Aller y Colunga, será Cogersa, el Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias, el organismo encargado de implementar y coordinar esta recogida separada de materia orgánica.
¿Qué son los biorresiduos?
Los biorresiduos incluyen materiales orgánicos que habitualmente terminan en la basura general, como restos de verduras, frutas, carne, pescado, alimentos cocinados, pan, alimentos caducados, posos de café, cáscaras de huevo y restos de jardinería. Estos materiales, cuando se recogen de manera separada, pueden ser reciclados y transformados en compost o biogás, lo que permite darles un nuevo uso y reducir la carga de los vertederos.
Beneficios medioambientales y económicos: del cubo marrón al biogás
La separación de biorresiduos en los hogares es un paso clave en la estrategia de Asturias para reducir el volumen de residuos enviados a vertedero y aumentar el porcentaje de desechos reciclables. Los biorresiduos recolectados en estos municipios serán enviados a la planta de biometanización de Cogersa, donde se convierten en compost y biogás, una fuente de energía renovable y sostenible. Solo en 2023, esta planta procesó 11.000 toneladas de biorresiduos, contribuyendo significativamente a la economía circular y al aprovechamiento de recursos.
La consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, destacó que el tratamiento de los biorresiduos es gratuito para los ayuntamientos, gracias a una bonificación del Principado, lo cual representa un doble beneficio: incentivar el reciclaje y reducir los costos para la ciudadanía. “Esto supone un incentivo para reciclar la materia orgánica y reducir la factura para la ciudadanía,” subrayó Roqueñí.
Un compromiso con el futuro y la sostenibilidad
Con esta inversión, el Principado refuerza su compromiso con el reciclaje y la sostenibilidad, promoviendo prácticas que transforman los residuos en recursos y fomentan una economía más limpia y respetuosa con el medio ambiente. Las subvenciones para los contenedores marrones no solo impulsan una mejor gestión de los residuos, sino que también acercan a Asturias a su objetivo de ser una región más sostenible y consciente de los desafíos medioambientales actuales.