Por ICEX.-La actual coyuntura económica de Guinea Ecuatorial, Gabón, Camerún y Santo Tomé y Príncipe -regida por sus ricos yacimientos petrolíferos y recursos naturales- ofrece a las empresas españolas un importante potencial para explorar este área del continente.
La región, receptora de ayudas del Fondo Europeo de Desarrollo (FED), brinda un enorme potencial para el desarrollo de negocios y para los productos españoles, los cuales son muy apreciados entre los cuatro países. Como parte del Plan África 2009–2012, España trabaja con bloques regionales como la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (ECOWAS, por sus siglas en inglés), la Comunidad de Desarrollo del Sur de África (SADC) y la Comunidad de África del Este (EAC) para mejorar la integración económica de la región. Sus intervenciones se basan, principalmente, en impulsar el desarrollo de los sectores de la pesca, el turismo, las energías renovables y los proyectos de infraestructura para que los países africanos puedan competir en los mercados internacionales.
Las oportunidades de negocio que ofrece África Central a las empresas españolas son numerosas. El comportamiento y la evolución de la economía local se rigen por las dotaciones de los recursos de estos países y por las necesidades que no pueden cubrir sus propios mercados, necesitando del exterior para satisfacer su demanda. En Guinea Ecuatorial, que ha registrado un crecimiento récord en los últimos quince años, las empresas españolas pueden beneficiarse de su proximidad cultural y lingüística, además de ser una puerta de acceso a otros países de la región subsahariana. Por su parte Camerún ofrece entre sus atractivos un gran tamaño de mercado, al contar con una población que ronda los 20 millones de habitantes; mientras que Gabón se encuentra entre los que poseen una importante producción de materias primas y petróleo. El archipiélago Santo Tomé y Príncipe ofrece la oportunidad de invertir en un sector turístico que va más allá del concepto de sol y playa.
Guinea Ecuatorial, la puerta de entrada
Ubicado en el golfo de Guinea, un enclave geográfico que alberga el 4,3% de las reservas mundiales de crudo, este Estado se posiciona como el tercer productor de petróleo en África Subsahariana y ha registrado, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre 1995 y 2005 el mayor crecimiento mundial con una tasa del 38,4%. Ex colonia africana de España y donde el castellano es una de las lenguas oficiales, Guinea Ecuatorial produce, estadísticamente hablando, más barriles de petróleo per cápita que Arabia Saudí.
En 2007 Guinea apostó por desarrollar el Plan Nacional de Desarrollo Económico Social, denominado Horizonte 2020, con el fin de transformar la aceleración del crecimiento del territorio y convertir al Estado en un país emergente en 2020. Guinea es uno de los enclaves de referencia en materia de captación de Inversión Extranjera Directa (IED) y a través de este plan, el Gobierno ha identificado los sectores potenciales a desarrollar, con especial hincapié en ampliar el crecimiento económico, reduciendo la pobreza y promoviendo la cohesión social. El desarrollo de la producción como valor añadido y la mejora de las infraestructuras en el país constituyen también un importante argumento para intensificar las relaciones y los intercambios comerciales entre España y Guinea.
La explotación de las grandes reservas de petróleo del país –Guinea es el cuarto productor per cápita del mundo- contribuye al crecimiento de la economía y resalta el sector extractivo como el principal motor de inversión para las empresas españolas. Nuestro país es uno de sus principales inversores de Guinea y, en 2010, las exportaciones españolas crecieron un 16%, hasta alcanzar los 225 millones de euros.
El sector de la construcción y las transacciones comerciales se están desarrollando en la actualidad a pasos agigantados, impulsados principalmente por la entrada de divisas que genera la exportación de crudo y gas. Además, el sector servicios está poco avanzado y actividades como el comercio, la banca, la sanidad, la energía y los servicios a empresas constituyen importantes polos de atracción para la inversión.
Las empresas españolas tienen oportunidad de hacerse un hueco entre los competidores ya establecidos en el país. Actualmente hay en marcha numerosos proyectos, que abarcan obras civiles e infraestructuras básicas, así como la edificación pública y privada. Pero el país también demanda el desarrollo de una industria básica de materiales de construcción (ladrillos, cemento, etc.) la cual escasea prácticamente en su totalidad. La carencia de formación especializada también es un importante reclamo para las empresas españolas, en especial la necesidad de profesionales cualificados en el desarrollo de planes de canalización de aguas o recogida de basuras.
Entre la actual demanda privada, Guinea Ecuatorial necesita la construcción de sedes empresariales; viviendas sociales, apartamentos, urbanización de nuevas “ciudades” y áreas turísticas en lugares actualmente de nueva edificación. De hecho, de cara a suplir estas necesidades se han erigido en zonas de la selva tropical las ciudades de Malabo II y Malabo III, con todos sus servicios.
Camerún, el gran mercado
En el corazón de África Central, los importantes recursos mineros de Camerún convierten a este sector en uno de los principales atractivos del país para la inversión extranjera. La minería, junto con la extracción del petróleo –es el séptimo productor de África subsahariana-, elevan las previsiones de crecimiento del país a un 8,3% en durante este año. Además, en estos momentos el Banco Mundial ha lanzado 17 proyectos por valor de 580 millones de euros en la región que financiarán el sector agroindustrial, el turismo, las infraestructuras, la educación o la sanidad, entre otros.
Aunque en el campo de la agricultura existen posibilidades de negocio, sobre todo la venta de maquinaria e insumos para la modernización del sector y el desarrollo de la agroindustria, el Gobierno camerunés ha fijado como objetivo el desarrollo y la modernización de la del sector minero para mejorar las explotaciones existentes y atraer nuevas inversiones. De igual modo, el sector petrolero y de gas ofrece oportunidades a los inversores para cubrir las necesidades de equipamiento de las perforaciones y en la construcción de gaseoductos y oleoductos. Del mismo modo resultan atractivos la construcción y los servicios a empresas, tales como la consultoría; mientras que la producción de madera cuenta con una de las industrias más desarrolladas de la región, con una capacidad de 2,2 millones de metros cúbicos.
Gabón, una tierra de recursos
La República Gabonesa destaca por ser el primer exportador de madera de África y las inversiones extranjeras en este sector, junto con el petróleo y la minería, son las principales fuentes de desarrollo del país. Las importaciones de maquinaria y productos industriales especializados rigen sus transacciones comerciales y su economía, caracterizada por ser poco diversificada. Gabón dependía hasta la década de los 70 de la industria de la madera y de la extracción de minerales, pero con el descubrimiento de yacimientos de crudo en alta mar, el Gobierno ha desarrollado una industria petrolífera que representa más del 50% del PIB de la región. Además, el sector pesquero dispone de 885 kilómetros de costa y una red hidrográfica de 20.000 kilómetros cuadrados de ríos, lagos y lagunas, por lo que las cifras de capturas potenciales se estiman en torno a las 40.000 toneladas al año.
Sin embargo, a pesar de los importantes recursos naturales con los que cuenta el país, el Gobierno tiene especial empeño en desarrollar el sector turístico, por lo que ha emprendido iniciativas para promoverlo y captar inversores. Con todo, los resultados no están siendo los deseados debido al elevado coste de los vuelos, la falta del transporte interno adecuado y las precarias infraestructuras de recepción principalmente.
Santo Tomé, el Caribe africano
Este país-archipiélago, ubicado en el Golfo de Guinea, cuenta con una economía escasamente diversificada, basándose sobre todo en el cultivo de cacao y en un turismo a pequeña escala. Actualmente, el Gobierno de las islas ha fijado un programa para garantizar la estabilidad económica, mejorar las infraestructuras básicas, aumentar la seguridad alimentaria y, sobre todo, promover el turismo como motor del crecimiento. La Inversión Directa Extranjera (IED) está creciendo gracias a las reformas macroeconómicas que han aumentado la confianza del inversor, así como el desarrollo del sector petrolero y el proceso de privatización emprendido por el gobierno.
Las islas, que cuenta con una población de 163.000 habitantes, necesitan inversores que desarrollen su sector turístico y en especial busca posicionarse como un destino vacacional para los trabajadores expatriados de la zona de África Occidental. Derivándose de estas iniciativas gubernamentales, también es necesario inversiones en el tratamiento de aguas y de residuos sólidos, la construcción de carreteras y centros de urgencias clínicas, especialmente si se desarrolla el sector turístico.