En medio de la catástrofe causada por la DANA que azota España, Greenpeace advierte que la desinformación y los bulos que circulan en redes sociales están poniendo en peligro vidas y dificultando los esfuerzos para mitigar los daños. Mientras la ciencia insiste en la urgencia de abandonar los combustibles fósiles para frenar la crisis climática, el impacto de la desinformación sobre el cambio climático se hace cada vez más evidente y peligroso.
La crisis climática como detonante de fenómenos extremos
Greenpeace subraya que la ciencia ha sido clara: los fenómenos meteorológicos extremos, como la reciente DANA, son cada vez más intensos debido al calentamiento global. Según datos del IPCC, el cambio climático no crea fenómenos nuevos, pero agrava y extiende la frecuencia e intensidad de eventos extremos en áreas previamente afectadas y en zonas donde antes eran insólitos. En España, esto se traduce en menos lluvias, pero concentradas en episodios de alta intensidad, lo que aumenta la probabilidad de desastres.
Bulos que entorpecen los esfuerzos de rescate
A medida que la DANA continúa causando estragos, Greenpeace denuncia que ciertos rumores y noticias falsas han tomado fuerza, perjudicando las labores de rescate y generando confusión. La organización desmonta algunos de los bulos más difundidos en las redes:
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“Las presas y embalses están siendo destruidos”: Falso. Greenpeace aclara que en España no se están demoliendo embalses ni grandes presas, sino pequeñas barreras obsoletas sin utilidad que, según la Estrategia Europea sobre Biodiversidad, buscan restaurar el flujo natural de los ríos. Además, aclaran que, aunque los embalses ayudan a mitigar inundaciones, no son una solución completa para enfrentar eventos cada vez más extremos.
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“Se deben talar árboles para que el agua se desplace a otras áreas”: Erróneo. Las masas forestales son cruciales en la absorción y filtración de agua, además de contribuir a estabilizar los suelos. Talar árboles solo expondría los terrenos a una mayor erosión, aumentando el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.
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“Con lluvias intensas, la sequía se acaba”: Equivocado. Greenpeace recuerda que el suelo, tras una sequía prolongada, pierde capacidad de absorción y se vuelve hidrofóbico, incapaz de filtrar grandes cantidades de agua. Esto provoca escorrentías que erosionan el suelo fértil y no contribuyen a la recarga de reservas hídricas.
La urgencia de una transición energética
Greenpeace insiste en que los combustibles fósiles, principales causantes del cambio climático, deben ser abandonados para evitar escenarios climáticos cada vez más devastadores. A pesar de que el mundo sigue dependiendo en gran medida de estos combustibles, Greenpeace y la Agencia Internacional de Energía afirman que una transición a energías renovables es no solo viable sino necesaria. En España, más de la mitad de la electricidad actual ya proviene de fuentes limpias, y Greenpeace sostiene que el país podría satisfacer sus necesidades energéticas de forma 100 % renovable.
Adaptación y acción ante el cambio climático
El cambio climático es un fenómeno innegable que ya afecta a España de manera grave. Greenpeace exige medidas urgentes para mitigar sus efectos, como el abandono de los combustibles fósiles y la implementación de infraestructuras resilientes en las zonas urbanas. "Negar la crisis climática y difundir información falsa no solo obstruye las soluciones, sino que, en momentos críticos, puede costar vidas", advierte la organización.
Conclusión: la desinformación y el cambio climático, una amenaza doble para la seguridad de las personas
La ciencia es clara sobre los efectos del cambio climático y el impacto de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Greenpeace hace un llamado a la ciudadanía a confiar en la información verificada y en los datos científicos, subrayando que combatir la desinformación es esencial para salvar vidas en un contexto donde cada vez más personas se ven afectadas por fenómenos climáticos extremos en España y en todo el mundo.