La exposición cobra vida en San Agustín
San Agustín, la ciudad más antigua de los Estados Unidos, va a ser testigo esta semana de una muestra artística que evoca las raíces de Avilés y las entrelaza con la cultura de la Florida. Villaboy y Favila, dos artistas apasionados de su tierra asturiana, han trasladado el alma de Avilés a este rincón histórico, y tras la preparación, su obra finalmente está casi lista para aparecer ante los ojos del público.
La conexión entre Avilés y San Agustín
Nada más entrar a la ciudad, los artistas se encontraron bajo el famoso letrero de Avilés Street. Esta imagen, con Villaboy y Favila posando orgullosamente bajo el letrero, refleja el sentimiento de pertenencia y la hermandad entre ambas ciudades. Este símbolo se convierte en una antesala visual para el lector, que inmediatamente puede entender la conexión histórica y cultural que une Avilés con San Agustín.
La preparación minuciosa: De títulos y firmas
Villaboy y Favila llegaron exhaustos tras un largo viaje, habiendo dormido apenas dos horas. Sin embargo, el cansancio no fue obstáculo para su determinación. A las pocas horas de haber aterrizado, se encontraban en la sala de exposiciones, rodeados de las 44 fotografías y cuadros. Cada obra requería un nombre, una identidad. Como relata Villaboy, dedicaron gran parte de la jornada a titular cada pieza y a firmar los trabajos de ambos artistas, inmortalizando su huella en cada imagen.
Esa noche, tras una larga jornada de preparación, fueron invitados a cenar en casa de Yolanda, una anfitriona local que los recibió con calidez y les brindó un momento de descanso y camaradería. Esta cena fue una pausa reconfortante que reforzó los lazos culturales y personales entre los artistas y la comunidad de San Agustín.
Montaje de la exposición: Un trabajo en equipo
Al día siguiente, a las 9:30 de la mañana, ambos se dirigieron a las dos salas asignadas para la exposición. Allí, junto a los colaboradores locales, comenzaron la tarea de montar cada obra en su lugar definitivo. La imagen de Villaboy y Favila en plena organización de las obras captura la meticulosidad y dedicación con la que cada cuadro fue colocado. Cada pieza debía resonar en armonía con el espacio, transmitiendo la esencia de Asturias al público de San Agustín.
Esta etapa de montaje fue clave para los artistas, ya que cada cuadro debía encontrar su lugar adecuado, creando una atmósfera que sumergiera a los visitantes en la riqueza visual y emocional de Avilés.
Un legado que perdura
Para culminar esta jornada histórica, Villaboy y Favila posaron frente a una estatua emblemática de la ciudad. Con los brazos cruzados y una actitud de firmeza, ambos artistas parecen representar la solidez de un legado cultural que busca trascender fronteras. La imagen, tomada al pie de esta estatua, simboliza el vínculo duradero que Villaboy y Favila quieren construir entre Avilés y San Agustín, dos ciudades unidas por el arte, la historia y la amistad.
Una cena de cierre y la espera del gran día
Con la exposición montada y lista para su inauguración oficial, Villaboy y Favila disfrutará esta noche de una cena de cierre organizada por Mari Carmen y una amiga. Fue un momento para celebrar y recargar energías antes de la gran presentación, programada para mañaa a las 5 de la tarde. La expectación crece en San Agustín y, con ella, la emoción de los artistas que habían volcado su alma en cada cuadro y en cada foto.
Un puente cultural entre dos ciudades, una obra que lleva el alma de Avilés a la Florida, y dos artistas que, con cada pincelada y cada fotografía, va a dejar una huella imborrable en San Agustín.