La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) ha provocado una de las situaciones más trágicas y devastadoras en España en los últimos años, con al menos 95 fallecidos confirmados y decenas de desaparecidos en las comunidades de Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía. Las lluvias torrenciales, que comenzaron a principios de esta semana, han causado inundaciones sin precedentes, superando récords históricos de precipitación en múltiples localidades.
La provincia de Valencia ha sufrido inundaciones especialmente graves, con el municipio de Chiva registrando más de 445 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. En algunas áreas de la región, calles y viviendas quedaron completamente sumergidas, y los equipos de rescate han tenido que desplegar helicópteros y embarcaciones para asistir a personas atrapadas en sus casas o vehículos. En Castilla-La Mancha, varios municipios también han reportado daños catastróficos y cientos de llamadas de emergencia, mientras que Andalucía enfrenta pérdidas multimillonarias, especialmente en cultivos afectados por las tormentas de granizo.
El presidente Pedro Sánchez ha activado todos los recursos de emergencia y ha instado a la población a seguir extremando la precaución, mientras la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé una disminución gradual de la intensidad de las lluvias en las próximas horas, aunque algunos puntos permanecen en alerta máxima por posibles precipitaciones adicionales.
Los servicios de rescate siguen trabajando intensamente para localizar a las personas desaparecidas y evaluar los daños en infraestructuras. Se prevé que el Gobierno declare múltiples zonas catastróficas y apruebe ayudas para los afectados en los próximos días, en lo que promete ser un extenso y complejo proceso de recuperación.