Greenpeace ha hecho una llamada de emergencia a los gobiernos y a la sociedad para intensificar las acciones contra el cambio climático, tras el devastador paso de la DANA que ha dejado a su paso al menos 62 víctimas mortales en el sureste de España y daños materiales incalculables. La organización denuncia que la crisis climática está detrás de la intensificación y frecuencia de estos eventos meteorológicos extremos y señala como principales responsables a las empresas de combustibles fósiles.

Según Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España, “la emergencia climática no es un concepto abstracto, sino una realidad que afecta a nuestras vidas y que, como en este caso, cobra vidas”. Saldaña subraya que el aumento de temperaturas, tanto en la atmósfera como en el Mediterráneo, está creando condiciones favorables para que fenómenos como la DANA sean cada vez más virulentos y destructivos. Las temperaturas del mar Mediterráneo han estado por encima de la media desde abril de 2022, lo cual incrementa la energía disponible para alimentar estos temporales.

Causas y soluciones propuestas

Greenpeace explica que la crisis climática no solo se debe al calentamiento atmosférico y marino, sino también a una gestión hidrológica deficiente en España. La urbanización de zonas inundables y la fragmentación de cauces naturales han agravado el impacto de las lluvias torrenciales, aumentando el riesgo para millones de personas que viven en áreas propensas a inundaciones.

Para hacer frente a esta situación, la organización exige medidas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y restaurar ecosistemas clave que puedan absorber y ralentizar el flujo del agua. Zonas de ribera, humedales y llanuras de inundación son esenciales para mejorar la resiliencia ante futuros eventos extremos, y Greenpeace urge a los gobiernos a invertir en la restauración de estos ecosistemas.

Responsabilidad y financiamiento

En vista de la próxima COP29 en Bakú, Greenpeace demanda que las corporaciones de combustibles fósiles asuman la responsabilidad de los costos asociados a los daños climáticos, así como los de adaptación y mitigación. La organización argumenta que estas empresas, al ser las principales responsables de las emisiones, deben financiar las medidas necesarias para evitar que el calentamiento global supere el límite de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París.

Greenpeace también menciona la importancia de la COP16 de Biodiversidad, que se celebra actualmente en Cali, Colombia, y donde se está discutiendo la implementación de acuerdos para proteger el 30 % de la superficie terrestre y marina global. La organización insiste en que la protección de la biodiversidad es crucial no solo para mitigar los efectos del cambio climático, sino para mejorar la seguridad y la salud de los ecosistemas y, por ende, de las personas.

Una llamada a la acción

La organización concluye que la crisis climática requiere de una respuesta inmediata y coordinada que abarque desde el nivel local hasta el global. Restaurar la naturaleza y asegurar el financiamiento adecuado para la adaptación y mitigación son pasos necesarios para proteger a la sociedad de futuros desastres y evitar tragedias como la ocurrida en el sureste español.