La osezna Cova, encontrada en primavera con solo 1,9 kilos, ha sido reintroducida en su hábitat natural con 32 kilos y un equipo de monitoreo para asegurar su adaptación
Asturias ha dado hoy un emotivo paso hacia la conservación de su fauna salvaje con la reintroducción de la osezna Cova en el Parque Natural de Redes. Este esbardo, encontrado la pasada primavera en Yernes y Tameza, pesaba apenas 1,9 kilos cuando fue rescatado tras haberse separado de su madre. Hoy, con un peso saludable de 32 kilos y meses de rehabilitación a sus espaldas, Cova ha sido liberada en un entorno cuidadosamente seleccionado para garantizar su adaptación y seguridad.
El rescate de Cova: una historia de supervivencia
La historia de Cova comenzó en primavera, cuando fue avistada cerca de la carretera AS-311. Con tan solo tres meses y un peso crítico, el pequeño esbardo fue hallado en una situación vulnerable. Los expertos concluyeron que probablemente se separó de su madre durante la época de celo, momento en el que los osos suelen moverse más, dejando ocasionalmente a sus crías en riesgo.
Tras ser rescatada, Cova fue trasladada inicialmente al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre en Cantabria, donde comenzó su recuperación. En agosto, fue derivada al Centro de Referencia para la Aclimatación de Osos Pardos en Valsemana (León), donde convivió con otro osezno. Este entorno de socialización resultó clave para fortalecer sus habilidades de supervivencia, promoviendo el desarrollo de un comportamiento natural y saludable en preparación para su regreso a la naturaleza.
La liberación en Redes: un nuevo comienzo
La operación de reintroducción se ha desarrollado esta mañana en el concejo de Caso, en una zona del Parque Natural de Redes seleccionada por su lejanía de las actividades humanas y su riqueza en recursos naturales. Cova fue transportada en un vehículo especializado y liberada por técnicos en fauna, quienes siguieron un riguroso protocolo de seguridad para asegurar que su transición al medio natural sea lo más exitosa posible.
Para asegurar el seguimiento de su adaptación, la osezna cuenta con un equipo de monitoreo avanzado: un microchip, un crotal y un GPS que, adherido a su pelaje, permitirá a los técnicos rastrear sus movimientos y responder ante cualquier eventualidad en las próximas semanas.
Un esfuerzo conjunto por la biodiversidad
La reintroducción de Cova ha sido posible gracias a la colaboración entre el Gobierno de Asturias, los gobiernos de Cantabria y Castilla y León, y organizaciones especializadas como la Fundación Oso Asturias, la Fundación Oso Pardo y el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB). Este esfuerzo colectivo resalta el compromiso con la protección y conservación del oso pardo cantábrico, una especie emblemática y en peligro de extinción en la región.
El retorno de Cova a Redes es un logro que muestra la eficacia de la cooperación interregional y la dedicación de los especialistas en fauna para garantizar un futuro viable para los osos en el norte de España. La liberación de esta osezna representa no solo el rescate de un individuo, sino la esperanza de que nuevas generaciones de osos encuentren un hogar seguro en los bosques asturianos.
