La política española ha sido sacudida tras la dimisión de Íñigo Errejón y las acusaciones de conducta inapropiada hacia líderes de la izquierda. En medio de este torbellino, Macarena Olona, exdiputada de Vox, ha añadido leña al fuego en una reciente intervención televisiva, donde lanzó una pregunta cargada de sarcasmo: ¿debería llamarse Podemos “Follemos” o “Tirinquemos”? Con esto, Olona no solo buscaba criticar, sino también capitalizar la crisis, logrando que #FOLLEMOS se convirtiera rápidamente en trending topic, generando miles de comentarios en la red X (Twitter).

Las redes se llenaron de reacciones que iban desde el humor ácido hasta la crítica feroz. Comentarios como “¡Follemos, pero no con los problemas del país!” y “Con tanto lío de nombres, ¡que se registren como ‘Tindermos’!”, reflejan el tono irónico y la incredulidad ante la situación política. La creatividad en X desató un festival de memes, desde fotomontajes de supuestas aplicaciones de citas para políticos hasta etiquetas sarcásticas para Iglesias y Errejón.

El momento no podría ser más crítico para la izquierda, pues la dimisión de Errejón y las acusaciones contra figuras prominentes han desatado una oleada de desprestigio, difícil de esquivar. Entre los comentarios de Olona y los desmentidos de Iglesias, el espacio de izquierda parece estar enredado en luchas internas y problemas de reputación. En una réplica, Iglesias señaló que las críticas de Olona son solo muestra de “frustración” y aseguró que Vox no pasa de ser “reaccionarios acomplejados,” comentario que también se viralizó, alimentando la polémica.

Las redes reflejan una profunda división entre quienes creen que Olona acertó con sus críticas y quienes ven en sus palabras solo un intento de desprestigiar a la izquierda. Con #FOLLEMOS en tendencia, el debate en redes no parece que se apague pronto, dejando a la política española en un campo minado donde la ironía se convierte en arma y los memes en munición. La pregunta ahora es: ¿sobrevivirá la izquierda española a esta “telenovela política” o seguirá dando de qué hablar, capítulo tras capítulo?