Este año, los Premios Princesa de Asturias 2024 destacan no solo por la importancia de los galardones, sino también por la creciente implicación de la princesa Leonor en las tradiciones asturianas. Uno de los momentos más esperados es su posible participación en el ritual del escanciado de sidra, una tradición profundamente arraigada en la cultura asturiana que la princesa ya ha mostrado interés en aprender. El año pasado, Leonor dejó claro su deseo de dominar esta técnica cuando, entre risas y aplausos, comentó: "A ver si aprendo ya a escanciar".

Este guiño a la sidra, más allá de su carácter anecdótico, simboliza el vínculo de Leonor con Asturias, una región con la que tiene lazos familiares a través de su madre, la reina Letizia. Además, la sidra es mucho más que una bebida en esta región: representa un estilo de vida y es parte fundamental de la cultura y la historia asturiana. Durante los Premios, que se celebran en Oviedo, la capital del Principado, la sidra y otras tradiciones como los bolos asturianos o las bandas de gaitas suelen protagonizar parte de las festividades..

El interés de la princesa en escanciar sidra sigue los pasos de su padre, el rey Felipe VI, quien también fue introducido en esta tradición durante su juventud. En 1986, Felipe, tras recibir la Medalla de Asturias, participó en una espicha, una fiesta tradicional asturiana, donde escanció sidra por primera vez. Desde entonces, ha expresado su cariño por esta bebida, refiriéndose a ella como “lo más íntimo de la esencia asturiana”.

Este año, Leonor recibe la Medalla de Asturias, un reconocimiento que también recibió su padre a la misma edad, y es nombrada Alcaldesa Honoraria de Oviedo, lo que refuerza su papel en la vida institucional de la comunidad. Sin embargo, la participación en eventos más informales, como la visita al Pueblo Ejemplar en Villaviciosa, cuna de las pomaradas de donde se obtiene la sidra, podría ser el momento perfecto para que la princesa se atreva a escanciar por primera vez en público.

La implicación de Leonor en estas tradiciones no solo fortalece su relación con Asturias, sino que también es vista como una manera de humanizar su figura como heredera, conectando con el pueblo asturiano a través de gestos que reflejan respeto y aprecio por la cultura local. Este tipo de momentos refuerzan su imagen cercana y comprometida, algo que tanto su padre como su madre han cultivado a lo largo de los años.

En definitiva, los Premios Princesa de Asturias 2024 están marcados no solo por la entrega de galardones, sino también por la creciente participación de Leonor en la cultura asturiana. Si este año se anima finalmente a escanciar sidra, sería un gesto simbólico que consolidaría aún más su vínculo con la región, mostrando que, más allá de los actos oficiales, la princesa está dispuesta a formar parte activa de las costumbres que definen a Asturias