Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha marcado un hito en la lucha contra el adenocarcinoma de pulmón, al demostrar la eficacia de un nuevo medicamento para combatir mutaciones que hasta ahora habían mostrado resistencia a los tratamientos convencionales. Los estudios, publicados en las prestigiosas revistas Nature Communications y Cell Reports Medicine, arrojan luz sobre dos mutaciones clave en este tipo de cáncer: KRAS G12C y BRAF V600E.
Nuevas esperanzas para pacientes con tumores resistentes
El adenocarcinoma pulmonar es una de las variantes más comunes del cáncer de pulmón y, a pesar de los avances en la medicina de precisión, muchas de las terapias actuales pierden eficacia con el tiempo debido a la aparición de resistencias. Liderados por el investigador David Santamaría, del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-CSIC-USAL), los científicos han revelado los mecanismos celulares detrás de estas resistencias en las mutaciones KRAS G12C, responsable de un 25% de los casos, y BRAF V600E, presente en un 4%.
Avances en la mutación KRAS G12C
Los medicamentos dirigidos contra KRAS G12C, aprobados desde 2021, han mostrado buenos resultados iniciales, pero hasta el 50% de los pacientes desarrollan resistencias con el tiempo. El equipo del CSIC ha estudiado muestras tumorales de pacientes antes y después del tratamiento, identificando mecanismos que reactivan la mutación y permiten que los tumores vuelvan a crecer. Este descubrimiento ha sido clave para probar la eficacia de un nuevo fármaco, actualmente en evaluación clínica, que logra suprimir la progresión tumoral al atacar estos mecanismos adaptativos.
Nuevas vías para la mutación BRAF V600E
En paralelo, el equipo también ha abordado la resistencia en la mutación BRAF V600E, menos común pero igualmente letal. Los investigadores descubrieron que, en las primeras etapas de resistencia al tratamiento, los tumores experimentan un alto nivel de estrés oxidativo, lo que frena su avance. Sin embargo, una enzima ayuda a aliviar este estrés, permitiendo que los tumores sobrevivan y sigan desarrollándose. El uso de inhibidores de esta enzima ha demostrado ser efectivo para elevar el estrés oxidativo a niveles letales, impidiendo la progresión tumoral.
Un futuro más esperanzador
Estos descubrimientos son un avance significativo en la lucha contra el cáncer de pulmón resistente a medicamentos. Aunque el reto más complejo sigue siendo identificar el momento óptimo para cambiar de tratamiento, los estudios en curso buscan desarrollar biomarcadores que ayuden a los oncólogos a tomar decisiones más precisas.
Ambos estudios han sido financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer, lo que subraya el compromiso de las instituciones con la investigación oncológica de vanguardia.
Estos avances abren una nueva puerta para tratamientos más eficaces, proporcionando esperanza a miles de pacientes que hasta ahora enfrentaban pocas opciones terapéuticas.