La Consejería de Salud de Asturias ha anunciado una innovadora medida para abordar el creciente problema del suicidio en la región: la implementación de autopsias psicológicas en cada caso de suicidio que se produzca. Este método, liderado por la Dirección General de Salud Mental, tiene como objetivo estudiar el trasfondo psicológico de cada persona fallecida, con el fin de identificar los factores emocionales, sociales y psicológicos que pudieron haber influido en su decisión de quitarse la vida.
Las autopsias psicológicas son una herramienta que busca reconstruir la vida y el estado mental de la persona antes del suicidio, basándose en entrevistas con familiares, amigos y allegados, así como en el análisis de su entorno y antecedentes médicos. Esta técnica, utilizada en la psicología forense, permite obtener un perfil detallado del fallecido y puede ayudar a prevenir futuros casos al identificar patrones o factores de riesgo que podrían ser intervenidos a tiempo.
En Asturias, el suicidio se ha convertido en una preocupación de salud pública, y esta nueva medida se enmarca dentro de una estrategia más amplia para reducir el número de suicidios en la región, que ha registrado una de las tasas más altas de España. La intención de las autoridades es profundizar en las causas que llevan a estas tragedias, y de esta manera, desarrollar políticas de intervención más efectivas.
La implementación de autopsias psicológicas no solo permitirá un análisis más detallado de cada caso, sino que también ayudará a las familias a entender mejor el proceso emocional y mental que pudo haber llevado a su ser querido a tomar esta decisión. Este enfoque también podría contribuir a la reducción del estigma en torno a los problemas de salud mental, al visibilizar la complejidad detrás del suicidio.
Aunque esta técnica no es nueva, es relativamente reciente en España y ha demostrado ser útil en otros países, donde ha contribuido a mejorar las estrategias de prevención y la atención a personas con riesgo de suicidio. Según expertos, uno de los principales desafíos es lograr la colaboración de los familiares, ya que revivir los detalles del suicidio puede ser un proceso doloroso, aunque esencial para obtener información valiosa